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La inquietante ilusión óptica del agujero negro que 'hackea' tu mente: un estudio revela cómo es posible

El agujero negro tratará de atraparte si pasas demasiado tiempo fijándote en él

La imagen es capaz de atraparte. / (Laeng et al., Front. Hum. Neurosci., 2022)

Madrid

Las ilusiones ópticas son capaces de hackear nuestro cerebro sin tan siquiera tocarlo. El último ejemplo de que esto es así nace a raíz de un estudio desarrollado por los psicólogos Bruno Laeng, Shoaib Nabil y Akiyoshi Kitaoka, quienes han demostrado a través de una simple imagen cómo puede cambiar nuestra perspectiva reparando sobre la misma durante apenas unos segundos frente a un papel o una pantalla. Todo ello en una investigación publicada para la revista de divulgación científica Frontiers in Psychology, en la que detallan cómo responde nuestro cerebro ante un evento que se le escapa de las manos por su complejidad.

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En la imagen compartida por el grupo de psicólogos podemos ver un agujero negro de grandes dimensiones sobre un fondo blanco en el que también podemos encontrar muchas otras pequeñas motas de color negro. A pesar de que la imagen es completamente estática, el agujero negro que está en su interior parece expandirse a medida que nos fijamos en él: "Nos ofrece una creciente sensación de oscuridad, como si entráramos en un espacio vacío de luz". ¿Por qué pasa esto? Tal y como han dado a conocer los investigadores, porque nuestra mente nos está preparando para un cambio de escenario que, sin embargo, nunca se llega a producir.

Un mecanismo de supervivencia contra situaciones de riesgo

Al predecir este cambio de brillo a oscuridad, el sistema visual del ser humano se ajusta a condiciones potencialmente peligrosas mucho más rápido de lo habitual. De esta manera, se convierte en un potente mecanismo de supervivencia que nos ha ayudado a afrontar situaciones de riesgo durante siglos. Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron en primer lugar cómo el color del agujero, así como los puntos que lo rodean, afectan a nuestras respuestas mentales y fisiológicas. Para ello sometieron a un grupo de 50 personas a una serie de imágenes de 'agujeros en expansión' de varios colores en una pantalla y versiones codificadas de la ilusión sin un patrón perceptible en luz o color.

Tras realizar esta prueba, los investigadores descubrieron que la ilusión de movimiento era más efectiva cuando el agujero era de color negro. Durante la encuesta posterior a la investigación, el 86% de las personas que participaron en la misma aseguraron sentir que la oscuridad se dirigía hacia ellos cuando el color de la ilusión óptica era el negro Pero no solo eso. Después de analizar los movimientos oculares de los participantes durante esta prueba, el equipo al frente de esta investigación descubrió que las pupilas se dilataban de forma inconsciente al ver el agujero negro. Mientras tanto, si el agujero era blanco, sus pupilas se contraían solo un poco.

Así se dilata el ojo frente al agujero negro

De esta manera, los investigadores han llegado a la conclusión de que la pupila reacciona a cómo percibimos la luz incluso si esta es imaginaria, como sucede en la ilusión óptica presentada en este proyecto: "La ilusión del agujero en expansión provoca una dilatación correspondiente de la pupila, como sucedería si la oscuridad realmente aumentara". De hecho, las personas que sintieron la ilusión más fuerte fueron aquellas cuyos diámetros de pupilas cambiaron más. Por lo tanto, el ojo se ajusta tanto a la luz percibida considerada como energía física como a la imaginada.

La hipótesis de los investigadores es que la pupila cambia de tamaño incluso con la luz imaginada porque nos prepara para un cambio de luminancia en un futuro cercano. De esta manera, en lugar de ver la información que se nos presenta, nuestra red neuronal predice cómo cambiará esa información en el futuro y generará "una 'expansión hacia afuera' ilusoria de la región central del 'agujero".

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...