Turquía deja de llamarse 'Turkey' a nivel internacional: este es su nuevo nombre y la inesperada razón del cambio

Madrid

Turquía ha pedido a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que se le deje de conocer como Turkey a nivel internacional. Algo que llevaba pidiendo desde hace ya varios años el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, quien reconocía en diciembre de 2021 que el término Türkiye representaba mucho mejor la cultura, la civilización y los valores del pueblo turco. Un nombre que no es nada nuevo para el pueblo turco, quien venía usando esta nomenclatura desde que se establecía el país en 1923 tras la desintegración del Imperio Otomano. Pero detrás de esta decisión hay mucho más. Entre otras cosas, el país ha decidido cambiar su nombre porque la forma anglosajona Turkey también significa pavo y porque, en otra de las acepciones del Diccionario de Cambridge, también puede hacer referencia a "algo que falla gravemente" o "una persona estúpida o tonta".

Por todo ello, y con el objetivo de que se les deje de asociar al famoso ave, Turquía ha pedido oficialmente a las Naciones Unidas que se le empiece a considerar como Türkiye a nivel internacional. Todo ello a través de una carta elaborada por el ministro de Relaciones Exteriores de Ankara, Mevlüt Cavusoglu, que ha llegado a manos del secretario general de la ONU, António Guterres, quien ha reconocido que no hay ningún problema en llevar a cabo este cambio y que se hará efectivo de inmediato. Todo ello a través del portavoz del secretario general Stephane Dujarric, quien ha asegurado en declaraciones a la agencia de noticias AFP que el cambio de nombre ya es efectivo: "El cambio de nombre del país fue efectivo en el momento de recibir la carta".

Los productos turcos deberán ser etiquetados como 'Made in Türkiye'

Un cambio que se lleva pergeñando desde el gobierno turco desde hace ya varios meses, cuando el país presidido por Erdogan ordenaba por decreto que todos los productos fabricados en el país sean etiquetados como 'Made in Türkiye'. A pesar de que muchas de las empresas que componen el tejido empresarial del país llevaban veinte años recurriendo a esta nomenclatura, a partir de ahora será obligatorio para todas ellas para aumentar el "valor de marca" del país a nivel internacional. Por lo tanto, no se trata de un cambio con motivaciones políticas o históricas como los de otros países como Países Bajos, quien dejaba de ser Holanda desde el pasado 1 de enero de 2020.

Este movimiento se ha llevado a cabo en un momento en el que Erdogan ha comenzado a perder popularidad en el país. Tras ser reelegido en 2018, el político ha comenzado a perder apoyos como consecuencia del aumento del precio de los alimentos y la caída en picado del valor de la lira turca.

Un cambio de nombre para fortalecer su imagen a nivel internacional

Esto, unido al hecho de que habrá elecciones el año que viene, han llevado a Erdogan a realizar este tipo de acciones con el objetivo de que la sociedad comience a recuperar la confianza en el mandatario, tal y como asegura el profesor de historia en la Universidad de Georgetown Mustafa Aksakal en declaraciones a The New York Times: "El cambio de nombre puede parecer una tontería para algunos, pero pone a Erdogan en el papel de protector, de salvaguardar el respeto internacional por el país".

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Y es que, desde hace ya varias décadas, Erdogan ha querido hacer énfasis en el sentir turco y la grandeza otomana del pasado. Todo ello mientras intentaba ampliar la influencia de su país con un mayor despliegue comercial y militar. De esta manera, el cambio de nombre supone un paso más para recuperar la confianza perdida de cara a unas elecciones que tendrán lugar en junio de 2023.