Antonio de la Torre, sobre sus inicios: "Me da vergüenza, estaba muy verde"

Hay actores y actores. Antonio de la Torre, protagonista de la película 'La trinchera infinita', Meliton Manzanas en la serie 'La línea invisible' y Maurice Rossel, jefe de una delegación de la Cruz Roja Internacional que visita el asentamiento de Theresientadt en la obra de teatro 'Un hombre de paso', entre otros muchos papeles, es de los que tiene las cosas claras.

Considera que, por sus condiciones, no se daban las características idóneas para triunfar siendo actor. Sin embargo, se animó a probarlo y hoy, con una amplia filmografía y premios a sus espaldas, celebra haberlo hecho. En próximo 15 de julio estrena 'Entre la vida y la muerte', una coproducción entre Francia, Bélgica y España. También acaba de rodar en Chile. Su truco para dominar el acento del país latinoamericano es, explica, "que no se le entienda".

Cuando Antonio fue Pelopincho

Los inicios de Antonio de la Torre se remontan al año 1993, cuando comenzó a interpretar a Pelopincho en la comedia de Antena 3, 'Lleno, por favor', junto a conocidos rostros del mundillo como Beatriz Carvajal, Lidia Bosch, Miki Molina o Jesús Cisneros. Fue su primer papel, fruto de su primer casting, que hizo poco tiempo después de llegar a Madrid a estudiar a la escuela de Cristina Rota en octubre del 1992. Una primera aproximación al mundo de la tele a la que hoy, casi treinta años después, le da "cierta vergüencilla" volver. "Estaba muy muy verde", ha advertido el actor.

Aunque, a decir verdad, el gusanillo lo tenía dentro desde antes. Ya cuando tenía 12 años apareció por su colegio una compañía teatral para hacer actividades. Con ellos ensayó la obra 'La historia de Pituchín y Pituchina'. De hecho, estuvo en una compañía teatral infantil llamada 'Arlequín', que abandonó para sorpresa, y lamento, de su profesor. "Un día me encontré a uno de los que había ido conmigo a teatro y me dijo que, cuando lo dejé, el profesor dijo 'qué pena que lo haya dejado, tenía madera de actor'", ha contado de la Torre, que quiere pensar que, antes de fallecer, pudo ver algo de lo que había hecho durante todos estos años.

Actor y periodista

Un actor polifacético, eso es Antonio de la Torre, que también hizo sus pinitos en el mundo del periodismo. ¿El motivo? La vertiente de la vena narcisista que, dice, se estila en el mundo de la interpretación. Un sector en el que se comió "bastantes marrones".

Todo lo que ha hecho, explica, lo ha empezado con "mucha ilusión". La misma con la que su hija Martina le pide que haga una película infantil.