Antonio de la Torre y Manuel Martín Cuenca presentan ‘Un hombre de paso’: “Las atrocidades ocurren porque muchos somos cómplices pasivos”

Madrid

En 1944, el francés Maurice Rossel, miembro del Comité Internacional de la Cruz Roja, visitó el campo de concentración de Theresienstadt para realizar un informe en el que concluyó que parecía una ciudad casi normal y que las personas que estaban allí encerradas vivían en condiciones satisfactorias.

El actor Antonio de la Torre se mete en la piel de Maurice en la obra ‘Un hombre de paso’, que presenta ahora en Madrid. Se ha asomado a La Ventana junto con su director, Manuel Martín Cuenca, que ha contado en La Ventana cómo su interés por la historia del Holocausto le llegó a crear esta pieza.

“Felipe Vega, que es el otro autor del texto, y yo, siempre hemos estado interesados por lo que ocurrió en el Holocausto, y a mí en concreto siempre me ha interesado el por qué, la presencia del mal en la sociedad”, explica Martín Cuenca.

No mirar o no querer ver

Esta es la historia, explica el director, de una persona que no vio o no quiso ver lo que ocurriría a su alrededor, no de buenos contra malos: “Siempre es más fácil distinguir los monstruos y los buenos, y por desgracia no. Muchos de los grandes crímenes y muchas de las grandes atrocidades ocurren porque muchos de nosotros miramos para otro lado y somos de alguna manera cómplices pasivos”.

El elenco lo completan Juan Carlos Villanueva y María Morales, él interpreta a Primo Levi, que fue prisionero en Auschwitz, y ella a la periodista Anna, el único personaje del trío ficticio pero que también bebe de influencias de personas reales, como la periodista Oriana Falacci y el director Claude Lanzmann, cuya obra cumbre es un documental de nueve horas y media sobre el Holocausto, ‘Shoah’.

Los diálogos reales

Lo llamativo de la obra es que los diálogos no son ficticios, sino que se sacaron de declaraciones y escritos verídicos de las personas a las que se interpreta, como explica el director: “Nos hemos preocupado mucho de que todo lo que dicen los personajes sea real, todo lo que dice Maurice Rossel en algún momento lo ha dicho, y todo lo que dice Primo Levi lo ha dicho en artículos o en libros”.

Para de la Torre, meterse en la piel de este personaje conlleva una gran responsabilidad: “Era muy importante que el personaje de Maurice Rossell fuera como un espejo, que nos identifiquemos con él, con todo lo que puede tener de perturbador, pero bueno, yo creo que si el arte no vale para esto…”

Un hombre de paso

El título, confirma, está elegido con consciencia: “Es con toda la intención, ¿estamos por la vida de paso o tomamos partido? A mí de hecho me preocupaba mucho, a veces durante el ensayo me preocupaba de que el personaje fuera maniqueo o antipático, yo siempre estaba muy preocupado con ese equilibrio moral”.

“Manuel me decía una cosa muy hermosa, me decía ‘Antonio, es que estás interpretando a un mediocre’, y es muy grande también interpretar a un mediocre”, recuerda el actor, que interpretará a este gris personaje hasta el próximo 20 de febrero en Las Navas del Español en Matadero, Madrid, y con fechas también en Logroño, Elche y Ciudad Real, entre otros.