Primer combate nulo entre Girona y Tenerife

Duelo nulo. La lucha por la última vacante para la Primera División entre Girona y Tenerife se mantiene en vilo. Decidirá el Heliodoro, que se festirá de fiesta para el Tenerife, aunque visto lo visto en Montilivi, las sensaciones miran de cara a los catalanes. Los chicharreos irán a por el retorno a la máxima categoría del fútbol español once años después en su fortín. Enfrente, los albirrojos ansían volver a LaLiga tras dos temporadas perdiendo el billete en el último suspiro. El desenlace, el próximo domingo 19 de junio.

El Girona salió haciendo honor a la coralidad que lo gobierna, buscando la iniciativa, pero sobre todo ser fiel a sí mismo después de caer en las últimas cinco eliminatorias de play-off. En Motilivi la ilusión se mantiene intacta. Llenazo y mejor entrada de la temporada a pesar de los sinsabores recientes. La vía maldita para los albirrojos buscó ser refrendada por Míchel desde el inicio: intensidad en la presión y gusto por la posesión. Pero el Tenerife, que disfruta defendiendo, se centró primero en eso, blindando su área hasta ir creciendo con balón e intimidar la meta de Juan Carlos.

Le interesaba el empate a Ramis para el Heliodoro Rodríguez dictase sentencia. Sostenido por el guardián de la isla, Juan Soriano, que se impuso por alto y por bajo, el cuadro tinerfeño sacó un valioso 0-0. El portero sacó un mano a mano a Baena en la primera parte, otra doble en la segunda al eléctrico ariete albirrojo y una última a la falta de Aleix García. Los empujes del Girona quedaron en nada. Mucha pólvora y poco fuego. El Tenerife 'renunció' a atacar, guardándose la artillería para casa. Tampoco tuvo armas para más. No había precisión ni ideas con balón. La inspiración fue toda sin él. Ramis construyó una muralla infranqueable para Stuani y compañía, aunque en la vuelta, habrá que buscar más para entrar al selecto club al que ya pertenecen Almería y Valladolid, el de los 20 mejores equipos de España.