José Luis Gómez Calvo, experto en seguridad de eventos: "Hay muchas más amenazas reales de las que llegamos a saber"

Madrid

¿Cómo se gestiona la seguridad en la boda de los reyes? ¿Cómo se prepara un edificio para la visita de un presidente del Gobierno o un ministro? ¿Cómo se organiza una ciudad para la visita de 30 jefes de Estado? Esto último es precisamente lo que va a ocurrir en Madrid dentro de un par de semanas, cuando se celebre la cumbre de la OTAN.

Cualquier evento que implique la acumulación masiva de personas entraña un riesgo, que se puede minimizar con planificación, información e inteligencia. Es todo un reto organizativo donde lo más importante es la comunicación entre las partes y la coordinación. A veces el momento más crítico en un gran evento no es la entrada o la salida, sino cuando todo se relaja, cuando todo se desinhibe. En Hora 25 nos acercamos a las entrañas de la seguridad de eventos masivos con una de las personas que más sabe de análisis de riesgos en España.

"En cualquier tipo de evento se tienen que tener en cuenta la evaluación de los riesgos y este determina la naturaleza de la seguridad. Una vez que conocemos la valoración del riesgo, lo primero que hay que hacer es aplicar la normativa, que puede ser suficiente o no", explica Gómez Calvo. "El momento más peligroso en un evento es el durante y el final. En todo caso, también habría que valorar lo que sucede en el exterior, si hay un ajuste de cuentas o no", señala.

"A mí siempre me enseñaron que lo primero es dialogar. Muchísimas veces hay que aplicar los mecanismos inhibitorios de la violencia. Hay que desactivar siempre esa actitud", dice. "Los tres elementos que determinan el riesgo en un evento son el tipo de actividad, las personas que van a intervenir y elementos externos que pueden condicionarlo", afirma Calvo.

El experto en seguridad pone un ejemplo de buena planificación de los riesgos, cuando se tuvo que desalojar el estadio Bernabéu en diciembre de 2004 por amenaza de bomba. "La ordenanza de prevención de incendios del Ayuntamiento de Madrid establece que un recinto tiene que ser evacuable en 10 minutos, y en el Bernabéu se hizo en 7 minutos. En aquella ocasión se dijo por megafonía que había que desalojar por motivos de seguridad y la gente salió con total tranquilidad y orden", recuerda. "Es muy importante el mensaje y el tono del mensaje. Yo recomendaría no tener mensajes grabados, porque el tono es muy importante", sentencia.

¿Son peores las avalanchas o los incendios? Ante esto, contesta José Luis Gómez Calvo: "El pánico. Tiene efecto desencadenante y es tremendo. Cuando la gente pierde el control es muy difícil gestionar el riesgo". Y añade: "Hay muchas más amenazas de las que realmente llegamos a saber. Y no es necesario que se conozcan. El hecho de que haya riesgo no significa que haya daño".