Un nuevo estudio despeja las dudas sobre el origen de la peste negra, una pandemia que perduró 500 años y está considerada la más mortífera de la historia
La enfermedad se diseminó por Europa, Oriente Medio y norte de África en un brote a gran escala, pero un equipo de investigadores internacionales ha situado en Asia Central su origen
Un equipo internacional de investigadores sitúa en Kirguistán el origen de la peste negra, que fue la mayor pandemia de la historia al costar la vida de hasta el 60% de la población de Europa, Oriente Medio y norte de África.
Así se explica en un estudio publicado este miércoles en la revista ‘Nature’. En 1347, la peste llegó al mediterráneo a través de barcos comerciales que transportaban mercancías desde la Horda Dorada (antiguo Estado mongol) en el Mar Negro.
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Luego, la enfermedad se diseminó por Europa, Oriente Medio y norte de África en un brote a gran escala conocido como peste negra. Esta primera ola se extendió a una pandemia de cerca de 500 años que se alargó hasta principios del siglo XIX.
Los orígenes de la pandemia se han debatido durante mucho tiempo. Una de las teorías más populares sitúa su origen en China. Por el contrario, los únicos hallazgos arqueológicos disponibles hasta ahora proceden de Asia central, cerca del lago Issyk Kul, lo que ahora es Kirguistán.
Estos hallazgos muestran que una epidemia devastó una comunidad comercial local en 1338 y 1339. Las excavaciones que tuvieron lugar hace casi 140 años revelan lápidas que indican que las personas murieron en esos años de una epidemia desconocida.
Desde su primer descubrimiento, las lápidas, inscritas en idioma siríaco, han sido la piedra angular de la controversia entre los estudiosos con respecto a su relevancia para la peste negra de Europa. En el nuevo estudio, un equipo internacional de investigadores analizó el ADN antiguo de restos humanos, así como datos históricos y arqueológicos de dos sitios que contenían inscripciones de ‘pestilencia’.
Los primeros resultados del equipo fueron muy alentadores, ya que se identificó ADN de la bacteria de la peste (‘Yersinia pestis’) en individuos con el año 1338 inscrito en sus lápidas. “Finalmente pudimos demostrar que la epidemia mencionada en las lápidas fue causada por la peste”, indica Phil Slavin, uno de los autores principales del estudio e historiador de la Universidad de Sterling (Reino Unido).
La primera cepa
Previamente se ha asociado el inicio de la peste negra con una diversificación masiva de las cepas de la plaga, algo así como un ‘Big Bang’ de diversidad de plagas. Pero la fecha exacta de este episodio no se pudo estimar con precisión, y se cree que ocurrió en algún momento entre los siglos X y XIX.
Para el nuevo estudio, los investigadores reunieron genomas completos de plagas antiguas de sitios en Kirguistán e investigaron cómo podrían relacionarse con ese ‘Big Bang’. “Descubrimos que las cepas antiguas de Kirguistán están ubicadas exactamente en el nodo de este evento de diversificación masiva. En otras palabras, encontramos la cepa fuente de la peste negra e incluso sabemos su fecha exacta”, indica Maria Spyrou, autora principal e investigadora de la Universidad de Tubinga (Alemania), en alusión al año 1338.
La peste no es una enfermedad de los humanos. La bacteria sobrevive dentro de las poblaciones de roedores salvajes de todo el mundo, en los llamados reservorios de plagas. Por lo tanto, la antigua cepa de Asia central que causó la epidemia de 1338 y 1339 alrededor del lago Issyk Kul debe haber venido de uno de esos reservorios.
“Encontramos que las cepas modernas más estrechamente relacionadas con la cepa antigua se encuentran hoy en reservorios de plagas alrededor de las montañas Tian Shan, muy cerca de donde se encontró la cepa antigua. Esto apunta a un origen del ancestro de la peste negra en Asia Central”, explica Johannes Krause, autor principal del estudio y director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania).