El alumno con la mejor nota de la EBAU de Madrid sorprende con la carrera que va a estudiar: "Prefiero la felicidad al éxito seguro"

Se llama Gabriel Plaza, es alumno del instituto público San Juan Bautista y ha sacado la mejor nota de la EBAU de toda la Comunidad de Madrid. Concretamente un 13,964. Ha sacado un diez en todas las asignaturas de la prueba excepto en alemán, que ha obtenido un 9,75. Es "de humanidades hasta la médula", por eso ha decidido que estudiará Filología Clásica. A contracorriente y a pesar de todas las críticas y comentarios recibidos.

¿Cómo vas a estudiar eso con esa nota? ¿Por qué no estudias algo con más salidas? Son algunas de las muchas preguntas a las que, desde que publicó en redes sociales su calificación, ha tenido que hacer frente. "Cada uno puede hacer con sus vidas lo que quieran", dice Gabriel. "Es mejor hacer lo que te gusta". Él lo tiene muy claro: "Yo prefiero la felicidad al éxito seguro".

Le interesa el lenguaje en general, la traducción y, también, el proceso por el que las palabras "llegan a significar lo que significan". Por eso su camino estaba claro desde hace tiempo.

Un camino difícil

"Me he aburrido muchas veces mientras estudiaba", confiesa Gabriel. Sin embargo, nunca se desanimó. Hizo falta, señala, "mucha falta de voluntad". En su caso, su esfuerzo por obtener la mejor calificación no fue por necesidad. "No necesitaba una nota muy alta para entrar, lo he hecho por mera satisfacción", reconoce. También por su amor por las letras. "Me parece una forma de dar buena propaganda a las letras, que falta hace".

En su camino pesan mucho los rostros de dos profesoras de latín: Matilde y Gala. Matilde, dice, "ha sido fundamental". También Gala, que fue quien le ayudo "a coger el valor necesario" para hacer el cambio de sociales a letras. Opción que comenzó a cursar en primero de bachillerato "por las salidas" y que desechó "porque no estaba feliz".

"Estaba seguro de que había puesto una burrada"

La nota de Gabriel tiene más mérito sabiendo que hizo tres exámenes, los del primer día de las pruebas, "de empalme, sin haber dormido nada por los nervios". Salió contento, sabía que le había salido bien, pero "estaba seguro de que había puesto alguna burrada" por falta de sueño.

Gabriel, que no tiene claro a qué quiere dedicarse profesionalmente cree que encontrará su camino mientras estudie, tiene claro que la docencia es algo de lo que más le gusta, pues siente que es "la base, donde surgen las vocaciones de los alumnos".