Ser princesa en el siglo XXI: los retos de Leonor de Borbón
Pertenece a una generación de mujeres que reinarán en Europa. Con 13 años pronunció sus primeras palabras en el aniversario de la Constitución y con la mayoría de edad la jurará por mandato constitucional. Con 16 años ya tiene agenda institucional que compatibiliza con sus estudios en Gales.
Reportaje EP25 | Leonor de Borbón: ser princesa en el siglo XXI
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Su vida ha ido en paralelo a la de su padre. Y con la misma edad, 13 años, pronunció sus primeras palabras. Fueron escogidas y estudiadas para que la primera aparición pública de Leonor como protagonista fuera leyendo el primer artículo de la Constitución, cuando se celebraron los 40 años de la Carta Magna. Subida a un cajón porque no llegaba al atril era escrutada al milímetro. No titubeó y leyó con seguridad. Detrás estaba la preparación de una madre cómplice y periodista que seguía cada palabra con la mirada. Como hace la reina Letizia, memorizaba para mirar a la gente y terminó buscando la aprobación profesional. Un adjetivo siempre ligado al papel de reina.
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La dificultad de Leonor
Cuando llegue al trono la hija de los reyes Felipe y Letizia será la primera mujer desde 1868, cuando en España reinaba Isabel II. Leonor forma parte de una generación de mujeres que están llamadas a reinar en Europa en el marco de monarquías parlamentarias, pero en su caso lo tendrá más complicado que Amalia en Holanda o Isabel en Bélgica. "Son mujeres de la misma generación, pero la princesa Leonor lo va a tener más difícil que sus colegas. Su futuro está más condicionado que sus colegas. La monarquía española es parlamentaria, como las demás, pero el parlamento español está muy dividido", explica Carmen Remírez de Ganuza autora del libro " Leonor: el futuro condicionado de la monarquía”. Y con el parlamento, integrado también por partidos republicanos, deberá lidiar la heredera de una institución cuestionada por algunas formaciones políticas.
Su educación, cuestión de estado
Estudió en el colegio de su padre, Santa María de los Rosales en Madrid, colegio privado con formación religiosa, pero para el bachillerato sus padres han optado por un colegio internacional laico en Gales y a diferencia de lo que ocurrió con su padre, que nunca se supo lo que costó su carrera, ahora sí, la Casa Real cumpliendo los criterios debidos de transparencia, ha publicado lo que cuesta, 67.000 libras esterlinas por los dos cursos de bachiller. La formación castrense es la asignatura pendiente pero ya se está diseñando "Es de esperar que se repita el patrón y que la princesa Leonor se forme en las tres academias militares, no de una manera enteramente profesional, sino con una especie de máster condensado en los tres ejércitos", apunta Remírez de Ganuza. Habla inglés, francés y tiene nociones de chino y de árabe, idioma con el que sorprendió en la entrega de los premios Princesa de Girona que se celebraron en Barcelona. Maneja el euskera, el gallego, el valenciano y domina perfectamente el catalán. Parte de su primer discurso en Cataluña lo hizo en esta lengua y hasta el entonces vicepresidente del gobierno, Pablo Iglesias lo considero "un detallazo" y así lo dijo en el congreso de los diputados.
Su relato
La princesa Leonor tiene por delante la misión de encontrar su relato. El del rey Juan Carlos, explica Remírez de Ganuza, es la transición, el del rey Felipe la regeneración tras los escándalos económicos de su padre y el de Leonor está por escribir. Y debe ser el relato que se espera de una persona de su tiempo "vinculado a la ecología, la solidaridad, el feminismo, a los grandes valores que presidan la sociedad sobre la que le toque reinar", explica la escritora. Pero de momento para eso queda otra transición. Su vida esta milimétricamente dirigida. Y si algo la enturbia se aparta. Nula relación que trascienda con su abuelo tras su exilio en Abu Dabi. Se cuida todo hasta el detalle. No está en las redes sociales por su nombre oficial. Pero está al tanto de todo lo que ocurre y también de lo que se dice sobre ella. De momento una estudiante de 16 años, como todas, y princesa como pocas. Una joven "realmente blindada" que aspira a reinar.