Por qué el solsticio de verano es el día más largo del año

Este martes 21 de junio tiene lugar el solsticio de verano, haciendo oficial el inicio de la época estival a las 11:14 horas que durará 94 días hasta que ocurra el equinoccio de otoño el próximo 23 de septiembre, tal y como explica el Real Observatorio Astronómico de Madrid. El cambio de las estaciones viene marcado por aquellos instantes en los que el eje de la Tierra se encuentra en distintas inclinaciones respecto a su órbita alrededor del Sol.

En el caso del verano, el Polo Norte de nuestro planeta se encuentra más inclinado hacia el Sol, produciendo el momento conocido como solsticio de verano en el hemisferio norte y el solsticio de invierno en el sur. Este fenómeno provoca que el Sol proyecte su luz sobre la máxima latitud de la Tierra. Esta declinación es mínima en el solsticio de invierno en el hemisferio norte.

¿Por qué es el día más largo del año?

Este martes 21 junio, será el día más largo del 2022 para la gran mayoría de los habitantes del hemisferio norte. Al tener una inclinación más elevada, la Tierra recibe cantidades de luz solar muy diferentes en las distintas zonas de su superficie. De esta forma, en el hemisferio norte se provoca el día más largo del año y la noche más corta. Lo que sucede en el hemisferio sur es justamente contrario. Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el Sol alcanza su mayor elevación sobre el horizonte durante el solsticio de verano a las 12:00 horas.

Todos los años se producen dos solsticios, el primero sería el de junio que da la bienvenida al verano, mientras que el segundo tendría lugar en diciembre - entre los días 21 y 22 - dando comienzo al invierno. Ambos eventos vienen de la mano de fiestas o rituales de importancia cultural. Junio viene acompañado de la noche de San Juan y el solsticio de invierno ocurre días antes de la fiesta de Navidad.

Rituales y celebraciones del solsticio de verano

Uno de los monumentos más relacionados con el solsticio de verano es el Stonehenge, en Reino Unido. El monumento formado por grandes bloques de piedra de la Edad de Bronce atrae a grandes masas de curiosos visitantes cada año coincidiendo con esta fecha. La razón es que al inicio del solsticio, cuando sale el sol, su luz justo atraviese el eje central del conjunto de rocas.

En España, siempre se ha relacionado al solsticio de verano con la víspera de la celebración de San Juan. Erróneamente se piensa que esta celebración, que tiene lugar el 24 de junio, coincide con la noche más corta del año, pero aún existen rituales para de la festividad para marcar el solsticio. Es típico encender hogueras "para dar más fuerza al Sol", ya que a partir de este día, aunque parezca contradictorio, el Sol se "debilitará" dejando días cada vez más cortos, iniciando el camino hacia el otoño.

Además, para los más supersticiosos, en la noche más corta del año es tradición escribir en un papel las cosas de las que nos queremos desprender y quemarlo en una hoguera, para así atraer la felicidad y la buena suerte.