Sofocados de calor por dinero

Madrid

En pleno verano y con las temperaturas disparadas, hacerle frente al calor es un reto en muchas viviendas. Encender el ventilador o el aire acondicionado se convierte en un lujo que no pueden afrontar muchas familias. La pobreza energética se da cuando un hogar es incapaz de pagar servicios de energía mínimos para cubrir sus necesidades básicas. Pero también ocurre cuando una familia destina gran parte de sus ingresos a pagar la factura de la luz. El Gobierno estima que hay 4 millones de personas afectadas por este problema.

En países como España, se asocia por omisión que las dificultades se padecen con el invierno, la llegada del frío, y la necesidad de calentarse. Pero la pobreza energética en nuestro país, tiene un duro impacto durante los meses de verano. Hacerle frente a temperaturas de entre 10 y 15 grados por encima de lo normal, cada vez es más difícil. María Campuzano, portavoz de la Alianza Contra la Pobreza Energética explica que se asocia a bajas temperaturas porque "este concepto nace de Reino Unido donde el principal problema siempre ha sido el frío".

El calor severo puede provocar cansancio, dolor de cabeza, deshidratación, y golpes de calor. Y en casos extremos hasta la muerte. De hecho, las altas temperaturas provocan una media de 1.700 fallecimientos anuales según datos del Instituto de Salud Carlos III. Según María Campuzano este problema se pondrá encima de la mesa cuando "el cambio climático cada vez esté más presente" y "las olas de calor sean más frecuentes".

Sin embargo, Campuzano apunta que sólo se ha preguntado por el acondicionamiento de la temperatura en los hogares en los años 2007 y 2012, y considera que "hay una falta de datos importante" cuando "el 25% de la población en aquellos años no podía mantener su casa a una temperatura adecuada en verano". En el contexto actual, con la inflación de los precios y la factura de la luz disparada por la pandemia y la guerra de Ucrania, la situación puede agravarse.

Sobre la accesibilidad, la portavoz de la Alianza Contra la Pobreza Energética, apunta que "en ciudades como Barcelona solo el 60% tiene aires acondicionados, y en Madrid es un 56%". Además, Campuzano ha subrayado que "hay gente que lo tendrá y que no puede pagarse las facturas". La tendencia sigue siendo más grave los meses de invierno pero es un problema que persiste durante todo el año, y la imposibilidad de encender electrodomésticos como la nevera o la lavadora.