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"Llegaba a casa y me echaba a llorar": el duro testimonio de Fernando Tejero sobre su vida en la época de 'Aquí no hay quien viva'

El actor interpretó a Emilio en la mítica 'Aquí no hay quien viva'

Fernando Tejero: "Ahora, cuando mi padre me abraza y llora, le digo: «Con el tiempo te estás volviendo mariquita»"

Madrid

Fernando Tejero pasó de ser un auténtico desconocido para el público general a convertirse en uno de los actores más conocidos a nivel nacional en cuestión de meses. Todo ello gracias a películas como Días de fútbol, por la que recibió el premio Goya a Mejor actor revelación y, sobre todo, a la serie Aquí no hay quien viva, en la que interpretó al mítico portero Emilio Delgado: "Un día salgo a la calle y me conoce hasta el perro de la panadera". Sin embargo, y a pesar de que le iba genial en lo profesional, el actor estaba pasando por una de las peores etapas de su vida.

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Así lo ha revelado en El Faro de la Cadena SER, donde le ha confesado a Mara Torres que, durante aquella época, se echaba a llorar cada que llegaba a casa: "A mí me costaba porque, curiosamente, cuando alcanzo este éxito, me pasa de todo en la vida. Mi perro Woody se enferma, pierdo un familiar mío que era como un hermano y termino una relación de pareja que me destrozó vivo". De esta manera, y a pesar de que no paraba de recibir halagos cada vez que salía a la calle, este se encontraba con una dura realidad al llegar a casa: "Yo salía a la calle y todo eran piropos y cosas bonitas. Me daban las gracias por hacerles reír y por mi trabajo".

Fernando Tejero: "Ahora, cuando mi padre me abraza y llora, le digo: «Con el tiempo te estás volviendo mariquita»"

Fernando Tejero recuerda la peor etapa de su vida

No obstante, cada vez que subía a su casa se preguntaba quién iba a ser quien le hiciera reír a él. Porque, a pesar de que en el plano profesional le fuera de maravilla, todo se torcía en cuanto volvía solo a casa: "Subía casa y me echaba a llorar porque realmente yo no tenía a nadie". Entre otras cosas, Fernando Tejero recuerda que el hecho de ver a su perrito enfermo le llevó a sentirse más solo que nunca: "Bajaba a la calle y no podía casi andar porque todo el mundo se paraba a comentarme cosas como ya te he dicho, pero luego subía a casa y me encontraba con la realidad de cada persona".

Una dicotomía que le llevaba a pasar los mejores momentos de su vida a nivel profesional y los peores a nivel personal: "Me encontraba solo, con muchísimo éxito a nivel profesional, con muchísimos guiones y propuestas de trabajo, pero solo". No obstante, Fernando Tejero reconoce años más tarde que haber superado esa etapa le hizo ser mucho más fuerte.

La dicotomía de Fernando Tejero: "Mi verdad era lo que tenía en mi casa"

El hecho de enfrentarse a dos realidades completamente distintas, una de puertas para afuera y otra de puertas para dentro, le permitió mantener los píes en el suelo y descubrir que el cariño y los halagos que recibe cómo actor forman parte de su profesión: "Aquello me hizo poner los pies sobre la tierra y llegar a la conclusión que eso no dudaría toda la vida".

A pesar de que ha seguido en la cresta de la ola desde entonces, ahora interpretando a Fermín Trujillo en La que se avecina, el actor es consciente que lo único que es real es lo que tiene en casa: "Mi verdad era lo que tenía en mi casa. Todo lo demás formaba parte del escenario que era mi profesión. Desde que superó aquella etapa tan dura, en la que llegó a pedir la ayuda de profesionales para poder abordarla, Fernando Tejero ve el éxito que supone su profesión desde otro punto de vista. Y es que, a pesar de que le inunden a piropos cada vez que sale a la calle, es consciente de que la situación real se vive siempre de puertas hacia dentro.

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...