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¿Por qué los tenistas tienen que vestir de blanco en Wimbledon?

El código de vestimenta del torneo es una de sus señas de identidad, pero también ha generado polémica

Rafa Nadal en Wimbledon / John Walton - PA Images

Rafa Nadal en Wimbledon

Un año más, llega uno de los momentos más esperados en el mundo del tenis. Wimbledon es, probablemente, el torneo más emblemático de este deporte, de hecho, es el Grand Slam más antiguo de los cuatro que conforman el circuito. El de 2023 ya ha arrancado y algunos de los mejores jugadores del mundo se dan cita en la hierba de Londres, donde Novak Djokovic parte como el gran favorito y es uno de los más laureados de la historia de este torneo.

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En contraposición a este se presenta Carlos Alcaraz, que buscará levantar su primer trofeo en el All England Club tras haberse hecho con Queen's y de llegar como número uno del mundo, aunque lo que sí notaremos son las destacadas ausencias de Roger Federer y Rafa Nadal, este último por lesión, pero aún así vuelven los míticos partidos anuales sobre el césped, con gradas abarrotadas y los tenistas luchando sobre la pista vestidos con indumentarias blancas impolutas.

Sí, este es uno de los puntos destacados de este curioso campeonato que data del siglo XIX, ni más ni menos. Y es que la organización pone como requisito el que todos los participantes de las diferentes categorías que se disputan vayan vestidos de blanco, un código de vestimenta que además de dar un aura mística a la competición también ha generado algo de controversia a lo largo de los años.

Rafa Nadal y Roger Federer han protagonizado algunos de los duelos más recordados de Wimbledon, pero este año no estarán en Londres.

Rafa Nadal y Roger Federer han protagonizado algunos de los duelos más recordados de Wimbledon, pero este año no estarán en Londres. / Getty Images

Rafa Nadal y Roger Federer han protagonizado algunos de los duelos más recordados de Wimbledon, pero este año no estarán en Londres.

Rafa Nadal y Roger Federer han protagonizado algunos de los duelos más recordados de Wimbledon, pero este año no estarán en Londres. / Getty Images

El blanco como seña de identidad de Wimbledon

Wimbledon empezó a disputarse en 1877. Fue una competición entre 22 hombres de clase alta que se juntaron para disputar un torneo de tenis en el All England Lawn Tennis and Croquet Club de Londres y, a partir de ahí, se empezaría a hacer habitualmente. Siete años después, en 1884, comenzarían a jugar también mujeres.

En esa época, el deporte era casi exclusivamente una actividad de las clases más pudientes y entre ellas el sudor no estaba demasiado bien visto. Fue por ello por lo que los participantes, desde el principio, fueron vistiendo de blanco, pues es el color que mejor disimulaba la sudoración, una decisión que terminó por incluirse como norma de la competición.

Esta norma se ha convertido en la que es, seguramente, la característica más destacada de Wimbledon, pero, como se ha mencionado, no ha sido de demasiado agrado para todos el que les obligaran a tener que vestir de una determinada forma, porque las normas no solo establecen el color, sino que requieren que sea 'ropa apropiada para el tenis'.

Detractores y polémicas a lo largo de la historia

Hasta 1963, vestir de blanco en Wimbledon era una simple recomendación, pero a partir de ese año se convirtió en una norma de obligado cumplimiento y, lejos de ir relajándose, con el paso del tiempo se fue endureciendo. En 1995, después de que durante varias ediciones comenzaran a utilizarse diferentes tonalidades de blanco, la organización especificó en su código de vestimenta que el color debería ser 'blanco puro', sin posibilidad de llevar 'color crema o blanco sucio'.

Tal ha llegado a ser el hermetismo que un año hasta a un mito como Roger Federer le instaron a cambiar sus zapatillas porque llevaban la suela naranja y decretaron que resaltaba demasiado, pero es que la norma también habla de antes y después de los encuentros, como pudo comprobar Nick Kyrgios la temporada pasada, cuando fue amonestado por ponerse una gorra y unas zapatillas rojas para hablar con el público nada más terminar. Pero si hay un caso significativo ese fue el de Andre Agassi, que llegó a negarse a participar en el Grand Slam precisamente por no estar de acuerdo con que le tuvieran que indicar la indumentaria que debía de llevar y estuvo sin jugar allí entre 1988 y 1990.

El Larguero (20/10/2016): entrevista con Andre Agassi

El Larguero (20/10/2016): entrevista con Andre Agassi

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Si bien, se han permitido ciertos cambios que han abierto, en parte, un poco más la mano. En la era en la que vivimos, en la que los deportistas tienen patrocinadores y marcas con las que generan mucho dinero, se permitió que la ropa y accesorios pudieran llevar logos o pequeños detalles siempre y cuando no resalten demasiado. También se permitió que las mujeres pudieran usar ropa interior oscura (antes debía de ser completamente blanca) en relación a los ciclos menstruales.

Miguel Muñoz

Miguel Muñoz

(Linares, 1992) Periodista, SEO y redactor en la sección de deportes de la Cadena SER. Graduado en Periodismo...

 
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