La VentanaLa opinión de Carles Francino
Opinión

Las armas de la cultura o la cultura de las armas

"Resulta imposible abstraerse del aroma a fracaso colectivo; al fracaso de la civilización. Si después de tantos años, de tantas guerras, de tantas lecciones que nos ha dado la historia… si en pleno siglo XXI la única forma de garantizar la seguridad colectiva es acumular armas y más armas… pues yo creo, sinceramente, que no vamos bien", la opinión de Carles Francino

Las armas de la cultura o la cultura de las armas

Madrid

Puede que a veces suene, simplemente, como un eslógan, pero que la cultura supone el principal antídoto contra la barbarie es una verdad como un templo. y ojalá ese antídoto pudiera funcionar mucho más menudo. Por eso me genera sensaciones un poco contradictorias la galería de imágenes que nos dejó anoche, en el Museo del Prado, la presencia de algunos de los gobernantes más poderosos del mundo. Las imágenes, por cierto, las fotografías son maravillosas porque ver a Boris Johnson con esa pinta de sátiro que tiene, frente a ‘Las Tres Gracias’, de Rubens, es un puntazo. O a Joe Biden ante ‘Las Meninas’, de Velázquez; incluso resulta muy sugerente, ese momento en que el italiano Mario Draghi recibe la llamada que le ha obligado a volver precipitadamente a su país; aparece ahí en primer plano, sentado en un banco del museo, mientras a sus espaldas el resto sigue admirando cuadros. todo eso supone una campaña de imagen muy potente para el Prado, para la marca españa, un chute de autoestima porque todo haya funcionado tan bien…

Pero, claro, -ahí voy al sentimiento contradictorio- los mismos que aparecen extasiados ante el arte son los que han aprobado un rearme brutal de la OTAN para los próximos años. Necesario, o justificable, seguro, porque hay un loco por ahí invadiendo países y lanzando bombas sobre centros comerciales; y otros gigantes, como China, que van a rebufo, laminando derechos en casa y enredando fuera. todo eso es verdad y un pulso general entre democracias liberales y regímenes autoritarios, cuando no dictaduras, está planteado. Pero resulta imposible abstraerse del aroma a fracaso colectivo; al fracaso de la civilización. Si después de tantos años, de tantas guerras, de tantas lecciones que nos ha dado la historia… si en pleno siglo XXI la única forma de garantizar la seguridad colectiva es acumular armas y más armas… pues yo creo, sinceramente, que no vamos bien. No sé si anoche los ilustres visitantes del Prado estuvieron ante las pinturas negras de Goya, o el ‘Duelo a garrotazos’, pero si no, deberían.

La OTAN cena en el Prado