"Esta tormenta es más que perfecta": el analista económico Juan Ignacio Crespo presagia "una recesión muy dolorosa"

Madrid

Según datos de Eurostat, la inflación subió hasta el 8,6% en junio en la zona euro, 5 décimas más que en mayo. Pero la oficina estadística europea estima un IPC del 10% para España, muy por encima de la media europea. De nuevo la energía, los alimentos, el alcohol o el tabaco fueron los productos que más contribuyeron a esta evolución. Y Alemania, mientras tanto, vuelve a la austeridad. Una decisión que puede marcar las de otros muchos países europeos.

La pandemia obligó a relajar la disciplina fiscal para hacer frente a una situación extraordinaria, pero el gobierno alemán entiende que ahora la excepcionalidad es otra y anuncia que retoma el control del déficit. Algo que, sin embargo, según ha explicado el analista económico Juan Ignacio Crespo en una entrevista concedida a José Antonio Marcos en Hora 14, puede que no sea suficiente para evitar la recesión hacia la que nos dirigimos.

Si Alemania vuelve a la austeridad, ¿empieza a señalarnos el camino?

Sí. Un camino muy bien señalado, además, porque el gasto de las administraciones es insostenible. El PIB español ni siquiera ha superado el nivel previo a la pandemia, cuando el empleo es mayor. Eso explica muy bien por qué los precios aquí suben más que en otros países

¿Estamos ante el inicio de la tormenta perfecta?

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Sí, desde luego. Además, en los últimos años, cuando ha habido tormentas perfectas, no había también una guerra en suelo europeo, así que esta tormenta es más que perfecta. Se complica absolutamente todo. Se está hablando ya de que el estado alemán va a tener que rescatar a sus empresas de energía, como ya hicieron con sus cajas de ahorro o como hizo también el Estado español. Queda por complicarse la pata financiera, que hasta ahora no ha hecho su aparición.

La inflación, según Eurostat, estuvo en junio en el 8,6% y el objetivo en la subida de precios que marca el BCE es del 2%. ¿Esto cómo se arregla?

Lamento decirlo, pero esto se arregla con una recesión: un parón económico provocado por una subida de tipos de interés y una reducción del gasto público que termina por enderezar las cuentas y permitir un crecimiento sostenido. Pero claro, eso es muy doloroso para todo el mundo, empresas y familias, y también doloroso electoralmente para el gobierno que tome esas medidas. Por eso ninguno de los gobiernos europeos y tampoco el americano quiere coger el toro por los cuernos. A nadie le gustan esas medidas y, electoralmente, tampoco le convienen.

¿Aún estamos a tiempo de evitar la recesión?

Cuando hablamos de recesión y hacemos pronósticos, siempre es dentro de un margen de duda. Las leyes económicas no funcionan como las leyes físicas. Pero sí, es muy probable que vayamos hacia ello si no hay algún país que ya está en ella. El PIB trimestral de EEUU cayó un 0,4% en el primer trimestre y tiene pinta de que en el segundo también puede haberse contraído un 0,25 o un 0,50%. Eso, con criterios europeos, ya sería estar en recesión...

Con todos los respetos, espero que se equivoque...

¡Ojalá!