Los sindicatos CCOO y UGT protestan este miércoles ante distintas organizaciones patronales de toda España para exigir el “desbloqueo” de la negociación colectiva y subidas salariales ante la pérdida de poder adquisitivo que están sufriendo los trabajadores por la elevada inflación. En Madrid, la concentración ha tenido lugar ante la sede de CEOE y de la patronal madrileña CEIM. Estas concentraciones tendrán lugar en el marco de la campaña ‘Salario o conflicto’ ante la negativa de la patronal a incluir en los convenios colectivos cláusulas de revisión salarial que garanticen el poder de compra de los trabajadores. La protesta de Madrid cuenta con la asistencia de los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, así como de las secretarias generales de estos sindicatos en la Comunidad de Madrid, Marina Prieto (UGT) y Paloma López (CCOO). En una entrevista con el Canal 24 Horas de TVE, Pepe Álvarez lamentó que solo el 20% de los convenios tienen en la actualidad esta cláusula de revisión salarial que hace que si la inflación es superior a las subidas salariales pactadas se incrementen los sueldos de los trabajadores. A su juicio, de no abordarse esta cuestión, “vamos a un país en el que irá creciendo el conflicto”. Al hilo de esta reflexión, recordó que acaba de terminar una protesta de los trabajadores del metal en Cantabria y avisó de que “esta va a ser la tónica” en España, porque no van a “renunciar” los sindicatos a proteger el poder adquisitivo de los trabajadores. Además, defendió que estas subidas salariales no solo es una cuestión que atañe a las grandes empresas, porque no solo estas “están ganando mucho dinero”, poniendo el ejemplo del aumento de precios, de en torno al 30%, que está experimentando la restauración. Por otro lado, Álvarez advirtió a la patronal de que la ley que regula el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) “posibilita” a los sindicatos a que puedan solicitar al Gobierno que se eleve nuevamente este indicador durante el año si cambia sustancialmente la situación del país, por lo que sostuvo que si no se elevan los salarios en los convenios colectivos, pedirán al Ejecutivo un nuevo alza del SMI. “La situación actual es imposible de mantener para salarios en el entorno de los 1.000 euros”, agregó el líder de UGT. Preguntada por estas declaraciones, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, dijo que las palabras de Álvarez “coinciden con las posiciones” que ella viene manteniendo y “tienen un enorme sentido común”. Por ello, añadió que “hay que seguir subiendo” el SMI y “tenemos que paliar el impacto” que la inflación está teniendo en la clase trabajadora. “Lejos de los debates que ha habido sobre si moderar o no moderar, soy clarísima: no es momento de moderar los salarios. Muy al contrario”, apuntaló Díaz. Recordó también que ya ha comentado que “antes de irnos de vacaciones, queríamos volver a convocar a la Comisión de Expertos del SMI” y apuntó que tiene “una conversación pendiente con los agentes sociales”, pero “tiene un gran sentido común lo que está diciendo el secretario general de UGT”. Según Sordo, esta movilización responde a la estrategia sindical de «tensionamiento de la negociación colectiva», a la vista de que la conflictividad está sirviendo para cerrar acuerdos salariales «importantes» como los del metal en Cantabria o A Coruña, donde después de varios días de huelga se han logrado incrementos por encima del 4 % con cláusulas de garantía salarial. Si esto es «perfectamente posible» en sectores que exportan y compiten en el exterior, «por qué que no es posible llegar a una gran acuerdo salarial en España que garantice el poder de compra de los salarios y permita pacificar la negociación colectiva», se ha preguntado Sordo. «Somos conscientes de la coyuntura y del escenario económico al que apunta el otoño», ha dicho el líder de CCOO, que ha emplazado a la corresponsabilidad de las organizaciones empresariales, aunque teniendo claro que se llegará «indiscutiblemente» a la huelga cuando sea necesario. En mayo, la negociación del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) concluyó sin pacto entre los sindicatos y la patronal porque esta última no aceptó incorporar cláusulas de revisión salarial a las recomendaciones generales sobre negociación colectiva. Fue este el principal escollo para el acuerdo, ya que las cifras de aumento salarial que planteaba CEOE (en el entorno del 8% en tres años) no eran rechazadas frontalmente por los sindicatos, siempre y cuando se incluyeran dichas cláusulas de revisión.