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Una cooperativa de viviendas raciona el agua caliente por la subida del precio de la energía

Los inquilinos comprenden la reducción del suministro de agua caliente, sin embargo, la cooperativa está recibiendo muchas críticas en las redes sociales: “No tenemos millonarios viviendo aquí. La gente simplemente tiene que ser capaz de hacer frente a la espiral de precios”, defienden

Imagen de archivo de un grifo con agua / Pixabay

Berlín

En el contexto de la drástica subida de los combustibles, el recorte del gas ruso, y el llamamiento de algunos políticos alemanes a ducharse con agua fría, una cooperativa de viviendas cerca de Dresde (Sajonia) ha decidido proporcionar agua caliente solo en las horas punta de la mañana, al mediodía y por la noche. El objetivo es que las 300 viviendas ahorren de cara al duro invierno. Desde la cooperativa defienden que no se trata de amedrentar a los inquilinos, sino de ajustarse a lo que, de otro modo, no podrán pagar el año que viene.

En abril ya han duplicado el importe de los anticipos para gastos de funcionamiento. La cooperativa tuvo que adelantar el pago al proveedor local de energía. En lugar de 100.000 euros, tuvieron que abonar 400.000 euros. En principio, los inquilinos comprenden la reducción del suministro de agua caliente. Sin embargo, la cooperativa está recibiendo muchas críticas en las redes sociales. “No tenemos millonarios viviendo aquí. La gente simplemente tiene que ser capaz de hacer frente a la espiral de precios”, explican desde la junta directiva a la Agencia Alemana de Prensa.

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Las asociaciones de inquilinos han puesto el grito en el cielo. Califican la medida de ilegal por haberse adoptado unilateralmente, al tiempo que recuerdan que la falta de agua caliente es un motivo de reducción del alquiler. “La actuación de la cooperativa de viviendas de Dippoldiswalde no es en absoluto aceptable. La situación contractual es clara: el arrendador debe proporcionar agua caliente las 24 horas del día. Además no es tarea del propietario obligar al inquilino a ahorrar energía”, según ha declarado el presidente de la Asociación Alemana de Inquilinos, Lukas Siebenkotten, al grupo mediático Funke.

Por el contrario, el presidente de la Asociación Alemana de la Vivienda GdW, Axel Gedaschko, defiende el procedimiento alegando la naturaleza especial de una cooperativa: “El objetivo es el ahorro de energía y de costes, del que sólo se benefician los cooperativistas y del que no se beneficia el propio propietario”. Sin embargo, esto no es un modelo para otras empresas de vivienda, continua Gedaschko, “porque sin un acuerdo previo consensuado con los inquilinos, algo así sería inadmisible”.

El debate, en cualquier caso, está abierto en un país con frecuentes llamadas del Gobierno a ahorrar energía de cara al primer invierno sin gas ruso. El actual aumento de los precios del gas se atribuye al hecho de que Rusia ha reducido drásticamente las entregas a través del gasoducto Nord Stream 1. La empresa estatal Gazprom apunta a problemas técnicos, pero el Ejecutivo de Olaf Scholz lo considera un pretexto y supone que es una reacción política a las sanciones impuestas por Occidente tras el ataque ruso a Ucrania. Según los expertos, si las reservas de gas no están prácticamente llenas a principios de invierno, Alemania se enfrentará a una gran recesión.