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El Gobierno confirma su giro a la izquierda con una batería de medidas sociales entre reproches de una derecha que regresa a su tono más duro

Pedro Sánchez ha anunciado la creación de impuestos especiales para las entidades bancarias y las grandes corporaciones energéticas, una propuesta celebrada por los socios del Gobierno que confirma la reconciliación. Por su parte, el PP ha vuelto a utilizar el argumento de ETA y la inflación para lanzar sus reproches al Ejecutivo, en un tono que recuerda a épocas anteriores recientes

Primera jornada del debate sobre el estado de la nación. / Europa Press News

Madrid

La primera jornada del debate sobre el estado de la nación ha confirmado el giro a la izquierda del ala socialista del Gobierno. Tanto desde Unidas Podemos como desde los socios habituales del Ejecutivo, llevaban tiempo reclamando a Pedro Sánchez y su formación que diesen un paso al frente para lanzar una batería de medidas sociales sin precedentes, que ayuden a la población a amortiguar el impacto de la inflación, así como los problemas económicos que está provocando la invasión rusa en Ucrania.

Así, en su primera intervención ante la Cámara, Sánchez ha decidido no andarse con demasiados rodeos y ha decidido anunciar el nuevo paquete de políticas que pretende aprobar en el corto plazo. Este consiste en aplicar dos nuevos impuestos a las eléctricas y a las grandes entidades financieras para recaudar 3.500 millones anuales durante dos años, así como la bonificación de hasta el 100% en los abonos de Cercanías, Rodalies y Media Distancia de Renfe entre septiembre y diciembre. También incluye una ayuda complementaria de 100 euros para todos los estudiantes becados a partir de 16 años de edad y el desbloqueo de la 'operación campamento', con la construcción de 12.000 viviendas en Madrid (60% públicas).

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Con este anuncio, Sánchez ha querido enviar un mensaje a la oposición. Mientras desde el PP abogan por la receta de bajar impuestos, especialmente desde la llegada de Feijóo, el Gobierno de coalición apuesta por la medida contraria, crear más impuestos para las grandes compañías y sus beneficios, con el objetivo de que los golpes que está recibiendo la economía no los reciban las clases trabajadoras. Además, también ha significado un impulso en el rumbo del Ejecutivo, que atravesaba un momento frágil, con divisiones muy visibles entre los dos partidos de la coalición, y busca de esta forma recuperar la senda que les llevó a ambos hasta la Moncloa.

La intervención de Pablo Echenique y Jaume Asens, portavoz y presidente de UP, respectivamente, así como los tuits de Yolanda Díaz, han confirmado la reconciliación definitiva entre las dos formaciones del Gobierno. Los representantes morados han celebrado el "golpe de timón progresista que le veníamos pidiendo hace tiempo" ya que, a su juicio, "las medidas se acercan mucho a lo que necesita nuestro país, sobre todo en materia tributaria". En este sentido, los morados han querido atribuirse varias de las propuestas conocidas este martes y han asegurado que su objetivo es repetir el Gobierno de coalición de cara las elecciones de 2023: "Llevamos meses buscando reorientar el rumbo y recuperar el ritmo. Somos gente insistente pero sabemos reconocer cuando se acierta y usted ha acertado. Además, estamos preocupados por el avance reaccionario y queremos reeditar este Gobierno de coalición en 2023".

El PP insiste en el argumento de ETA

Quizá una de las sorpresas más llamativas ha sido la intervención de Cuca Gamarra como portavoz del Grupo Popular (PP). Escuchando el discurso de la dirigente popular era difícil por momentos distinguir si hablaba como número dos de Pablo Casado o de Núñez Feijóo, ya que el tono moderado del que tanto presume el político gallego -presente en el hemiciclo durante toda la sesión- ha brillado por su ausencia. Gamarra ha comenzado pidiendo un minuto de silencio por la memoria del concejal asesinado hace 25 años, Miguel Ángel Blanco, al que se han sumado todos los dirigentes de Bildu, y una vez ha finalizado ha aludido a un tema cada vez más recurrente, la banda terrorista ETA y su supuesta influencia en el Gobierno de España.

A pesar de que hace más de diez años que anunció el cese definitivo de las armas, desde las formaciones de derechas insisten en alimentar el relato de que Bildu está muy vinculado a ETA, a pesar de que esta formación política ha condenado en varias ocasiones la violencia que originó el grupo armado. Con este pretexto, Gamarra ha lanzado una llamativa comparación: "Ese mismo espíritu de rebelión cívica que alimentó a los españoles hace 25 años [en referencia al originado tras el asesinato del concejal] es el que hoy nos sitúa enfrente de su Gobierno".

Tras el apartado de ETA, la otra gran baza del principal partido de la oposición ha sido, esta vez si, la económica. Gamarra ha acusado a Pedro Sánchez de ser el máximo responsable del alto nivel de inflación que tiene España, "concretamente de sus políticas, o mejor dicho, de la ausencia de ellas". En este sentido, ha aprovechado para ahondar en las diferencias entre los socios de coalición: "Están más preocupados en resolver sus diferencias internas que los problemas de los españoles". Tras los aplausos de su bancada, ha endurecido aún más el tono y ha reprochado: "¿No se les cae la cara de verguenza cuando piden a las familias que ahorren en aire acondicionado con esta ola de calor mientras pagan el Gobierno más grande y más caro de la historia?".

Ante estas declaraciones, Pedro Sánchez ha tenido la oportunidad de réplica y ha comenzado haciendo alusión al homenaje a la víctimas de ETA: "Guardamos un recuerdo para Miguel Ángel también, pero la memoria democrática también tiene que ver, mal que les pese a ustedes, a las víctimas de la dictadura franquista". Además, también ha indicado que "tenemos una inflación muy inferior a la que tienen otros países europeos, así que seamos conscientes de cual es el origen de la subida de los precios de los alimentos" y ha criticado que hayan votado en contra de todas las medidas aprobadas para frenar el impacto de la crisis, incluso propuestas que han llevado a cabo sus partidos homólogos en países como Grecia o Bélgica.

Vox pierde espacio político y describe su plan para gobernar de la mano del PP

Santiago Abascal, líder de Vox, ha cumplido con las expectativas y ha realizado una intervención con el tono agresivo esperado. "Nos comprometimos a derogar toda la porquería legislativa extremista que se ha traído a esta Cámara y las ilegalidades separatistas", ha asegurado el representante ultraderechista al comienzo de su discurso, para después matizar: "No nos va a temblar el pulso. Lo vamos a derogar todo cuando tengamos la ocasión. Derogaremos todas las leyes sectarias alejadas de los intereses de los españoles y de todos los consensos".

Es posible que el argumentario de ETA y de la memoria histórica, así como el económico, fuesen la principales bazas de Vox para atacar al Gobierno durante esta jornada, pero, tras la intervención del Grupo Popular, Abascal ha visto como su espacio argumentario se limitaba a arremeter contra la ley trans, por lo que ha abogado por hablar de un hipotético gobierno entre las dos formaciones: "Solo desde esa firmeza podremos construir una alternativa real, con nuestras legítimas diferencias, amplias en algunos aspectos, pero una alternativa para darle a los españoles lo que reclaman que es la expulsión de este Gobierno. Nos comprometemos a hacerlo".

Por último, han generado especial murmullo en la Cámara sus comparaciones diálecticas con algunas leyes. La norma que regula la interrupción del embarazo es la ley de "promoción brutal del aborto", las leyes en materia fiscal son "rapiñas fiscales" y la ley contra el calentamiento global es la norma del "suicidio climático".

ERC celebra las nuevas medidas pero choca con el Gobierno por la crisis de Melilla

La última intervención del día ha sido para Gabriel Rufián, portavoz de ERC, y ha ido variando entre un tono amable con uno de confrontación. Ha comenzado dándole la enhorabuena a Pedro Sánchez porque "hoy se ha levantado de izquierdas", pero le ha recordado que en el último año "la luz ha subido un 107%, la gasolina un 57%, hoy la gente es 3.000 euros más pobre que hace un año y hay un 57% de la población que no come tanto como debiera". Ante este escenario ha abogado por aplicar su receta, que consiste en "redistribuir, redistribuir y redistribuir".

Tras celebrar las decisiones que ha tomado el Ejecutivo, ha llegado el momento más tenso del día. Rufián ha criticado con dureza la posición del Gobierno respecto al episodio ocurrido en la valla de Melilla, preguntándose "¿por qué 130 africanos asaltando una valla son una mafia y 130.000 ucranianos son una causa? Ya se lo digo yo: porque los primeros son rubios y con ojos azules y los otros no". Acto seguido, ha sacado del bolsillo tres balas que ha colocado sobre la tribuna del Congreso para añadir: "El derecho a la autodefensa es sagrado pero la fiebre responde a un objetivo: tener un mundo polarizado con una Europa otanizada".

En su réplica, Pedro Sánchez ha reprochado la actitud del representante republicano: "En este hemiciclo la mera exhibición de balas es un error imperdonable. Al Congreso entraron balas, están en los techos y fueron traídas por golpistas, se ha equivocado". Además, le ha respondido a su enhorabuena de la siguiente forma: "Se lo agradezco porque es usted quien los expide, ojalá se hubiese levantado usted de izquierdas y hubiese votado la reforma laboral".

Carlos de Barrón

Carlos de Barrón

Escribo sobre actualidad en Cadena Ser.com, con especial interés en la información internacional. Empecé...

 
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