Manipular el dolor de las víctimas

Unas preguntas: ¿volveremos con memoria de nuestras vacaciones? ¿Podremos contar lo que hemos hecho sin mentir, o tendremos que recurrir al olvido? Me lo pregunto porque sigo asombrado por la campaña que iniciaron algunos sectores políticos contra el proyecto de Ley de Memoria Democrática, aprovechando precisamente un acto en homenaje a las víctimas del terrorismo. Manipular el dolor de las víctimas siempre es feo, pero hacerlo para despreciar a otras víctimas, las de la Guerra Civil, es más feo todavía.

Asustado por lo que se dice, me he leído con detenimiento el proyecto y he comprobado que no ataca a la Transición, ni cancela la ley de Amnistía de 1977, ni hay concesiones a Bildu. ¿A qué viene tanta mentira? Quizá se trata de eso, de que se quiere seguir mintiendo con impunidad, y una Ley de Memoria supone siempre una reivindicación de la Verdad. Después de unas semanas de grabaciones que lo han ensuciado todo, desde el periodismo a los poderes del Estado, quizá debiéramos comprender que la impunidad sólo sirve para degradar nuestra convivencia y que la verdad de nuestra memoria es inseparable de la verdad en el presente.

La Guerra Civil está muy lejos, pero mientras no respetemos el valor de la verdad en nuestro pasado estaremos condenados a soportar a los mentirosos y manipuladores del presente. La democracia española se merece acabar con la soberbia de los impunes. Voy a hacer todo lo posible para volver con memoria de mis vacaciones. Espero no tener que ocultar en las cloacas del silencio y el olvido ningún tipo de indecencia.