Nicolas Cage comparte protagonismo con una cerda trufera en 'Pig', un drama sobre la superación del duelo
'Pig' supone el debut cinematográfico del cineasta estadounidense Michael Sarnoski. Un drama naturista que deconstruye el género del cine de venganza y refleja las diferentes maneras de integrar el duelo en nuestra vida
Madrid
Nicolas Cage, respetado y detestado a partes iguales por la industria de Hollywood, interpreta su papel más sobrio dando vida a Rob, un ermitaño atormentado por su pasado que vive en el bosque de Oregón junto a la única compañía de una cerda busca trufas que, además, es su principal fuente de sustento. Rob se ve obligado a volver a la ciudad cuando su cerda es secuestrada y se adentra así en el negocio ilegal de la trufa en Estados Unidos.
Esta película es la ópera prima de Michael Sarnoski, quien se inspira en su propia experiencia para retratar un drama sobre el duelo: "Mi padre falleció cuando yo era un niño y escribí este guion siendo un veinteañero. Era una manera de reflejar cómo los miembros de mi familia, y yo mismo, construimos nuestras vidas alrededor del duelo. Así que, lo que hacen los tres personajes principales es interpretar de diferente manera cómo se puede integrar el duelo en nuestra vida", afirma.
Se trata de una épica moderna que rompe con el ritmo y el tono de las películas de acción. Hay quienes pueden encontrar similitudes con John Wick, de Chad Stahelski, donde vemos a un Keanu Reeves cegado por la venganza buscando a los hombres que irrumpieron en su casa y mataron a su cachorro, que fue un último regalo de su esposa fallecida. Sin embargo, este es un drama tranquilo y sensible; en la cinta en lugar de disparos hay palabras y lo que se derrama no es sangre, sino lágrimas de hombres. "Definitivamente esta película juega con las bromas de una película de venganza, pero creo que es bastante diferente de John Wick", asegura el director. "No vamos a ver mucha violencia en la cinta, pero con suerte eso será algo agradable y la forma correcta de hacer las cosas".
Portland, ciudad en la que se ambienta la película, actúa como un personaje más. Se muestran las calles sucias y oscuras que Rob observa desde la ventanilla de un coche recordando que una vez también participó de ello. Para Sarnoski la historia de Portland tiene muchos claroscuros: "Tuvo una gran cantidad de crimen organizado; tiene una gran cantidad de drogas, pero al mismo tiempo también es una ciudad artística y vibrante que tiene muchas maravillas naturales".
Las interacciones de Cage con el mundo culinario de esta ciudad son una mezcla de análisis del negocio gastronómico y apuntes sobre filosofía de vida. Algo que podemos ver reflejado en una de las escenas más contundentes de la cinta: "¿Por qué te importan estas personas? A ellos no les importas, ni si quiera te conocen. Todos los días te despiertas y queda menos de ti; vives tu vida para ellos y ni si quiera te ven, no te ves ni tu mismo".
Para Sarnoski, trabajar con Nicolas Cage fue todo un regalo: "Fue increíble, estaba súper preparado y súper entusiasmado con el guion y realmente entendió la complejidad del personaje. En todo momento estuvimos en sintonía, realmente lo integró y le salió muy natural". Y continua: "Esta es una película pequeña y él estaba motivadísimo. Como director confiaba mucho en él y eso es una suerte". Una cinta que llevaba en el tintero del cineasta más de dos décadas y que se rodó en apenas veinte días, y que nos da la oportunidad de ver a Nicolas Cage compartir escenas con una cerda y saber que, ni de lejos, es la película más descabellada en la que hemos visto al actor.
Lydia Payo
Redactora de informativos y de la parte digital de Radio Madrid. Presentadora del Podcast 'Todo es Empezar'...