Solomon Burke y el trono del gigante
Esta semana dedicamos el Sofá Sonoro a recordar los años finales de Solomon Burke
Madrid
Las auténticas leyendas tienen despedidas a la altura de su legado. Solomon Burke se fue de la mejor de las maneras: con grandes discos, premios Grammy y actuaciones en grandes festivales del rock en los que cantaba desde un trono de oro en el centro del escenario.
Burke tuvo un carrera maravillosa, fue parte de esa lista de pioneros de los primeros años del rock, pero a lo largo de su carrera tocó todos los palos de la música negra y se aventuró en los terrenos del country, con álbumes tan inesperados como maravillosos.
Para recorrer la obra del gran Solomon necesitaríamos varios programas, por eso acotamos su ingente carrera a sus años finales, una época agitada que nadie esperaba y en la que resurgió con enorme fuerza.
Tras editar discos menores en los años 90, Burke regresó a la primer línea con el nuevo siglo. Primero llegó The Commitment, un primer paso para coger impulso. Un año después publicó Dont Give Up on Me, trabajo con el que se llevó un más que merecido Grammy en clave de blues y con temas de Bob Dylan, Elvis Costello o Tom Petty, una línea que siguió con Make Do With What You Got, de 2005.
Después de esa consolidación blusera, Burke abrazó el country con dos discos preciosos, Nashville, de 2006 y Like a Fire, en 2008. Todavía grabaría dos discos más antes de morir en 2010, álbumes que completan una de las discografías más apasionantes, variadas y sensacionales de la historia de la música.
Esta semana dedicamos el Sofá Sonoro a recordar esta etapa y el legado del cantante de la mano de otro vocalista, Jimmy Barnatán y, como siempre, con los reportajes de Lucía Taboada.
Solomon Burke y el trono del gigante
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