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La esperanza de las mujeres mutiladas está en Barcelona y se llama Pere Barri

El ginecólogo lidera el programa de reconstrucción genital para mujeres que han sufrido mutilación, pionero en España

La esperanza de las mujeres mutiladas está en Barcelona y se llama Pere Barri

Se estima que más de 52 millones las mujeres que han sido víctimas de lo que se conoce como mutilación genital femenina en el mundo. Según los últimos datos, analizados por la Fundación Wassu-UAB, alrededor de 3.652 niñas de entre 0 y 14 años, residentes en España, se encuentran en riesgo de sufrirla. Las consecuencias para las mujeres sometidas a esta práctica son muchas. Dolores intensos, hemorragias, problemas urinarios, infecciones, problemas menstruales, sexuales, complicaciones en el parto... Consecuencias físicas, pero también psicológicas. Porque la mutilación, que puede incluso provocar la muerte, afecta a la autoestima y a la concepción del sexo y del propio cuerpo.

La Fundación Dexeus, en Barcelona, trabaja desde el año 2007 para ayudar a estas mujeres mediante operaciones de reconstrucción genital gratuitas. Le devuelven la fisionomía de su cuerpo, pero también el respeto por su cuerpo y la sexualidad. El ginecólogo Pere Barri Soldevilla, que es quien lidera este problema, fue el primero en llevar a cabo una operación de este tipo en España. Por esa labor el doctor ha recibido el premio Fundación Princesa de Girona en el ámbito social y el de los Mossos d'Esquadra en reconocimiento a la "valiosa contribución a la lucha contra la MGF y por la extraordinaria labor social".

Desde su inicio han llevado a cabo más de 120 reconstrucciones. Del total, un 90% de las mujeres, explica el facultativo, recupera una fisionomía muy cercana a la de una mujer no mutilada. En un 70%, logra restablecer la capacidad de estimulación sexual del clítoris.

La "casualidad" que obró el milagro

África es el continente favorito del doctor Barri. Por eso, su interés y conocimiento sobre la mutilación se remonta muchos años atrás. Sin embargo, fue en una formación en París, en el año 2002, cuando se acercó al panorama de las cirugías reconstructivas. Allí se plantó la semilla que hoy germina en las miles de historias de éxito.

Historias como la de una mujer anónima, operada por el doctor, que ha querido asomarse a La Ventana y ofrecer su testimonio. "Antes me daba vergüenza ir al gimnasio, y el tema placer... Las consecuencias de la operación las noto físicamente y espiritualmente", explica. La mutilación es un tema sobre el que, a su juicio, "falta información", pues "hay muchas chicas que no saben que, además de Londres y París, en Barcelona también se hacen reconstrucciones", refleja.

"Es un camino largo hasta llegar a consulta"

Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan en la Fundación Dexeus es al estigma que rodea el tema. "Es un camino largo hasta llegar a consulta", dice el doctor, que diferencia dos perfiles: "las mujeres que han nacido en España y se han criado en un ambiente occidental" y las que lo han hecho en África. Las primeras son las que se enfrentan a un problema mayor a todos los niveles, porque "se sienten diferentes sin haberlo escogido". "El daño es mucho más difícil de reparar".

La vergüenza pesa sobre las víctimas. "Como cirujano uno ve cómo en las operaciones vienen acompañantes, pero en esto no. No lo cuentan a sus familias, entre otras cosas, porque no quieren que se sientan culpables". El apoyo lo encuentra, sin embargo, por otro lado. "Son muchas las pacientes las que acompañan a otras nuevas", señala.

Una cirugía "enseñable" y gratuita

Pere Barri califica la cirugía como "enseñable y reproducible". El objetivo de la misma es claro: reproducir la fisionomía de los genitales de una mujer no mutilada: "que no llame la atención a ojos de un profano para que no sientan vergüenza, para que no se sientan diferentes".

El acompañamiento psicológico de las pacientes es muy importante a lo largo del proceso. Fue uno de los puntos que, desde el principio, tuvo claro el ginecólogo. Lo primero a lo que se someten las mujeres es, por ello, a una evaluación psicológica. Les preguntan por sus recuerdos sobre el proceso, su vida sexual...

"Todo es un problema de cultura", advierte el doctor Barri. Son muchos los padres que creen en la mutilación que se horrorizan al conocer las consecuencias de la mutilación para las mujeres cuando alguien se lo explica. "Falta conocer todo". A ojos del doctor, en ese plano, se empiezan a ver "algunos brotes verdes".

Con todo, las puertas de la Fundación Dexeus están abiertas para toda mujer que desee cruzarlas. "Estamos encantados de acogerlas", concluye Barri.

Paula Ramos Barral

Redactora en La Ventana. Antes en La Voz de Galicia...