Se ha comentado mucho lo que nos dijo aquí el consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Suárez-Quiñones. Eso de que «hay modas ecologistas que complican la prevención de los incendios», una tesis en la que insistió al ser repreguntado una y otra vez. Sin embargo, nos pareció también llamativo lo que nos dijo al final de la conversación, cuando le preguntamos por las condiciones de las brigadas y de los bomberos forestales que trabajan contra el fuego. «Sus condiciones laborales las fijan los empresarios y los sindicatos en el convenio colectivo, por tanto, la Junta ahí poco puede hacer y poco puede decir» Ahí lo tienen, otra vez. ¿Les suena? Lo mismo que con la ola de calor: trabajan para mí, pero a mí que me registren. Se llama precariedad. Y ese argumento es una excusa: las administraciones claro que son responsables. Cuando hay una tragedia, cuando salvan vidas, son héroes. Nadie duda de que lo sean. Pero, antes que eso, son trabajadores, que reclaman un contrato todo el año y en condiciones. Cuando, en plena ola de incendios, preguntamos por esto al director de Protección Civil dejó la respuesta en el aire. El Gobierno nos deriva a las comunidades y en la comunidad con más hectáreas quemadas nos mandan a las empresas. Y así es como el consejero no responde por las condiciones de los trabajadores y dice que los medios son finitos y sostiene que su trabajo no se lo dejan hacer los ecologistas. Así es, en fin, como el responsable de todo dice que no es responsable de nada. Tiene el diccionario de la RAE una palabra para definir, textualmente, a la persona a la que no se puede exigir responsabilidad. La palabra es irresponsable.