Opinión

¿Quién es el responsable de los incendios?

La reflexión de un agricultor y ganadero turolense sobre la culpa los incendios y el impacto del cambio climático en el campo

Incendio en Aragón.

Agricultor y ganadero de Bañón (Teruel)

Tengo 35 años y soy agricultor y ganadero en mi pueblo, Bañón, de unos 100 habitantes. Cuando era pequeño acompañaba a mi padre a quemar los rastrojos, los restos de la cosecha anterior, a los campos al final del verano, algo impensable hoy en día. Cuando empecé a ir al campo, en la cosecha había días de bochornera, altas temperaturas con aire caliente, y luego siempre venía la friolera, dos o tres días frescos. Muchas mañanas íbamos a las cosechadoras, al campo, con tabardillo, chaqueta. Este verano no he usado una sudadera en toda la cosecha y hemos estado encadenando bochornera tras bochornera sin esos días frescos en medio hasta tal punto que en las casas viejas del pueblo donde nunca se había metido el calor este año ha entrado, en parte debido a las cálidas noches que hemos tenido.

El cambio de los veranos, igual que el del resto del clima, es evidente cuando convives directamente, y dependen tus cosechas, de él. De igual manera que han cambiado los montes de unos años a esta parte, se ve a diario: mucho más combustible (hierbas y matorrales secos), aumento de parcelas que antes se cultivaban abandonadas, descuido de los cortafuegos que están llenos de maleza, más fauna, más insectos, etc.

Para cosechar hace falta calor, con humedad la cosechadora no corta bien la planta, la desgrana de forma ineficiente y el cereal hay que almacenarlo con un 12% máximo de humedad para su mayor durabilidad y minimizar el riesgo de hongos, insectos, incluso podredumbre. Lo normal es cosechar hasta que el fresco de la noche pone la mies tonta pero algunas noches podrías no parar de cosechar porque no cae humedad. El caso es que este verano casi todas las noches de cosecha han sido de las que no pararías, que sumado a que la mayoría de días han sido de altas temperaturas con fuertes rachas de aire cálido aumenta el riesgo de incendio.

Alrededor del 90% de los incendios son provocados (negligencia o intencionados) y es normal que los incendios en el campo los provoquemos los agricultores porque somos los que estamos trabajando en el medio. Es obvio que no queremos provocar ningún incendio ni perder nuestra maquinaria, cosecha y monte y para ello tomamos medidas como el mantenimiento extremo de la maquinaria o la selección de la zona de cosecha. Pero también lo es que a veces tenemos una falsa sensación de confianza y nos exponemos más de lo que sería óptimo.

¿Culpa de los ecologistas?

El consejero de medio ambiente de Castilla y León decía hace unos días que la culpa de los incendios es de los ecologistas sumándose así un mantra que se extiende en una parte de la población. Otra parte dice que la culpa es de los agricultores. Muchos argumentan que la ineficacia de los políticos y sus políticas medio ambientales tienen la responsabilidad. Y cualquiera con dos dedos de frente sabe que el cambio climático está merodeando detrás de estos incendios.

Ninguno tiene razón, pero a la vez todos tienen una parte de ella y alguno, por cierto, es un irresponsable. Hay más de uno que se autodenomina ecologista (casi es una moda) y que no tiene ni idea de lo que es un espacio natural, ni un ecosistema, ni de gestión forestal, ni de medio rural, pero ha leído sobre cosas sobre el carbono, las especies que se extinguen y como se derriten los casquetes polares. Estos casos no pueden, de ninguna manera, empañar el conocimiento y trabajo de los verdaderos ecólogos, ecologistas y ambientalistas que estudian, divulgan y actúan con conocimiento de causa. Tengo conocidos de ambos tipos.

Pasa lo mismo con los agricultores, por normal general tenemos el máximo cuidado, conocemos el territorio y corremos los menos riesgos posibles, pero “cafres” hay en todos sitios y hay más de uno que asume riesgos, de forma más o menos consciente, que pone en peligro a todos y al entorno de todos, en los pueblos no es difícil identificarlos. Vivir en un territorio no siempre es sinónimo de conocerlo y respetarlo.

Sin haber pisado el territorio

Luego están algunos políticos y sus políticas pensadas desde las ciudades sin haber pisado el territorio que tienen mucha responsabilidad en la situación actual de los ecosistemas y entornos rurales. La despoblación, el deficiente mantenimiento de los montes o prohibir unas actividades y otras no son claros ejemplos de ello. No soy partidario del “los del pueblo somos los que sabemos, que nos dejen a nosotros” para eso están los expertos, pero a menudo tienen poco peso en la toma de decisiones.

Y sí, por supuesto, el cambio climático es evidente que está generando situaciones que multiplican el riesgo de incendios y la voracidad de estos, ¿qué grado de ignorancia o ceguera intelectual hace falta para negarlo?

La pereza que nos da cambiar nuestros hábitos de cara al cambio climático es notable, mientras nuestro discurso muestra preocupación, da igual que sea en nuestro consumo que en nuestras actividades económicas. Hay horas en las que cosechar, o realizar cualquier otra actividad, en medio del monte conlleva un riesgo muy elevado, y soy el primero que quiere recoger su cosecha cuanto antes.

La culpa de los incendios es de todos, de los que legislan con eslóganes para los que se creen ecologistas sin tener ni idea de medio ambiente y ecosistemas, de agricultores negligentes y negacionistas, de la despoblación y abandono de explotaciones que hemos provocado en las áreas rurales, de la falta de inversión en el entorno rural y sus ecosistemas, del esnobismo con el que gestionamos muchas veces los espacios naturales y del rapidísimo cambio climático que estamos sufriendo. Menos echar balones fuera y buscar culpables y más aplicarnos cada uno, es un problema social, de todos. Podemos seguir enredando en un escenario cada vez más adverso o empezar la tan necesaria adaptación a las nuevas situaciones de una vez por todas.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00