Taiwán, independiente de China: del origen de las disputas a la política de algodones de EEUU en la isla
China lleva reclamando el territorio de Taiwán como propio desde hace más de 50 años y el apoyo estadounidense fue clave para evitar la propagación del comunismo
Madrid
Este pequeño archipiélago a 200 kilómetros mar adentro de la China continental, era una parte de China antes de la revolución, pero se escindió cuando los líderes del rebelde Kuomintang que perdieron la guerra ante los comunistas de Mao, se exiliaron a Taiwán y formaron un gobierno propio en un territorio que declararon independiente.
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A la China de aquel entonces, no pareció preocuparle mucho que los derrotados en la contienda se fueran del continente y se aislaran en este pequeño archipiélago compuesto por varias islas: la mayor Formosa, Pescadores y las islas Matsu y Kinmen. Allí se ubicaron más de dos millones de personas, que procedían del partido Kuomintang -las élites contrarias a Mao- los líderes empresariales de la época que temían por sus riquezas con la llegada del comunismo.
Estos exiliados de élite proclamaron la Republica de China en Taiwan, que no la República Popular China del comunista Mao. Establecieron un gobierno independiente, donde han ido dando pasos hacia la democracia representativa y a los que China continental nunca ha terminado de reconocer, y aseguran que esa autoproclamada república, no existe.
EEUU aplica una política de algodones en Taiwán
China da miedo al resto del mundo. Estados Unidos aplica una política de algodones en este asunto al apoyar a Taiwán. Les ayuda, reconoce como estado, pero no de pleno derecho. China no solo no lo reconoce, sino que lo califica como una provincia suya. En un intento de rebajar la tensión, China y Taiwán comenzaron a hablar hace unos 40 años. China se ha ofrecido a reconocer la idiosincrasia y diferencia de Taiwán e incluso propuso un país, dos sistemas como el de Hong Kong, por el que ofrecía a Taiwán una autonomía de gran escala si aceptaba la reunificación con China. Sin embargo, Taiwán lo rechazó.
Tienen el mismo idioma, la misma cultura, las tradiciones, pero ideológicamente son opuestos. Uno es el adalid del comunismo, el otro una democracia representativa.
Estados Unidos apoya a Taiwán desde los años 50 cuando les ofreció ayuda para evitar que el comunismo se expandiera. Se evitó así una invasión china de la isla, pero un enfrenamiento directo con Pekín tampoco le interesa a Estados Unidos, por lo que juega a la política diplomática del algodón. China es una mega potencia económica que interesa tener contenta, pero Taiwán es su epicentro estratégico y su aliado clave en la zona.
La visita este martes de Nancy Pelosi, la presidenta del Congreso estadounidense, por un lado no es una visita oficial de la Administración Biden porque con ella van varios legisladores de distintas acepciones políticas, incluidos republicanos, pero por otro, manda un mensaje claro a China de que Taiwán no se toca.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con...