El telescopio James Webb descubre una de las galaxias más lejanas
Dos nuevas imágenes obtenidas por el mayor telescopio espacial de la historia muestran, por primera vez, los detalles de una de las galaxias más antiguas y lejanas observadas hasta ahora por el ser humano
El mayor telescopio espacial de la historia nos descubre ahora un objeto astronómico muy interesante: una galaxia que se calcula que se creó y existió solo 300 millones de años después del Big Bang, es decir, la enorme explosión que originó el Universo.
Esta es una de las galaxias más lejanas observadas hasta ahora y se la ha puesto el nombre de “Maisie”, en honor a la hija del director del proyecto, Steven Finkelstein.
Los valiosos datos obtenidos ahora por el James Webb son de una zona de cielo que se sitúa cerca de la cola de la famosa Osa Mayor y esta misma área del cielo ya fue observada previamente por el Telescopio Espacial Hubble, en lo que se conoce como “Franja de Groth Extendida”.
"Es asombroso ver como lo que para Hubble era un puntito de luz ahora para el Webb se convierte en una galaxia completa y con estructuras preciosas. No solo eso, ¡otras galaxias emergen de la nada!", explica Steven Finkelstein, profesor de astronomía en la Universidad de Texas, en Estados Unidos.
Además, las dos nuevas imágenes del Webb incluyen objetos de hace más de 13.000 millones de años y ofrecen un campo de visión mucho más amplio que la primera imagen de campo profundo del James Webb, que se hizo pública en medio de una gran expectación el pasado 12 de julio.
Colaboración internacional
Por otra parte, se trata de las primeras imágenes obtenidas dentro del proyecto CEERS, una gran colaboración internacional que, utilizando el mayor telescopio espacial de la historia, tiene por misión analizar cómo se formaron algunas de las primeras galaxias cuando el universo tenía menos del 5% de su edad actual, durante un período conocido como reionización.
En este proyecto participan 18 prestigiosos investigadores de 12 centros de 10 países y, entre ellos, se encuentra el español Pablo Pérez González, que trabaja en el CAB, el Centro de Astrobiología.
Las imágenes del proyecto CEERS, extremadamente nítidas, no solo han servido para descubrir galaxias distantes, también muestran numerosos objetos interesantes como algunas galaxias que parecen elegantes molinos y, en cambio, otras muestran interacciones con sus vecinas que las deforman o incluso destruyen, y otras se distribuyen en el cielo como si de un comecocos se tratara.
Hermosas figuras
Las nuevas imágenes del James Webb son “ocho veces más nítidas que las que teníamos hasta ahora”, destaca también el científico español que participa en este proyecto, Pablo Pérez González. Este investigador del CAB es experto en el estudio de la evolución de galaxias a distintas distancias cosmológicas con datos infrarrojos y asegura que “en cada gran misión astrofísica que comienza el universo nos sorprende. Siempre pensamos que ya estamos llegando tan cerca del Big Bang que las galaxias deben ser muy jóvenes y casi deberíamos detectar la primera, pero JWST nos está revelando galaxias grandísimas ya bastante evolucionadas cuando el universo tenía solo un 5% de su edad actual”.
Con sus imágenes nunca vistas hasta ahora, el mayor telescopio espacial nos demuestra que el universo ha sido muy eficiente formando galaxias y también creando elementos químicos complejos, que han tenido como gran efecto la aparición de la vida en nuestro planeta.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...