Rescatan con éxito a la beluga que vagaba desorientada por el río Sena: así ha sido la compleja operación

Hace ya varios días, concretamente el pasado 2 de agosto, varias personas alertaban a las autoridades de la prefectura del departamento del Eure (Francia) de la presencia de una beluga completamente desorientada nadando por el río Sena. Tras acercarse hasta su posición, algunos veterinarios determinaron que la ballena estaba en un estado físico preocupante. Entre otras cosas, detectaron que había perdido mucho peso y que su piel tomó unos colores cuanto menos "inquietantes". De hecho, llegaron incluso a temerse una operación de eutanasia forzosa. Sin embargo, el equipo médico comenzó a atender al animal a distancia con el objetivo de salvarla de una muerte que parecía segura.

Después de que varios especialistas en cetáceos descartaran la eutanasia, la prefectura del departamento del Eure puso en marcha la operación de rescate de la beluga de aproximadamente 800 kilos de peso. Para ello se pusieron en contacto con un equipo de especialistas que llevaban años trabajando con este tipo de animales en Antibes (Costa Azul). Gracias a ellos consiguieron establecer un plan de rescate que se ha consumado este miércoles con el rescate. Un rescate que se ha desarrollado en varias fases, tal y como ha informado la agencia de noticias AFP.

Así fue el complicado rescate a la beluga desorientada

A primera hora de esta noche, el equipo de rescate compuesto por ochenta gendarmes, 24 buceadores, bomberos, veterinarios, científicos y miembros de distintas ONG se trasladaban hasta este área situada a 70 kilómetros de país. De cara a las 4 de la madrugada de este miércoles, los operarios pudieron rescatar a la beluga elevándola con una grúa para colocarla sobre una barcaza, donde fue atendida por una decena de veterinarios.

Tras ser rescatada del río Sena, donde llevaba varios días atrapada, la beluga ha sido colocada en un camión refrigerado que le llevará hasta el puerto de Ouistreham en caso de que las pruebas determinen que puede volver al mar. Tal y como explica la secretaria general de la prefectura del Eure, Isabelle Dorliat-Puzet, el animal deberá pasar previamente algunas pruebas médicas que nos permitan conocer más acerca de su estado de salud: "Estamos esperando por los resultados de la prueba de sangre y el ultrasonido y, dependiendo del resultado, se decidirá si puede o no ser transportado al mar".

El próximo paso de la misión: reeducar al animal a su hábitat

En caso de que todo vaya bien, la ballena será depositada en otra esclusa en la que deberá permanecer varios días para aclimatarse a su nuevo hábitat. Según cuentan os especialistas, sería demasiado "irresponsable" abandonar al cetáceo en el Atlántico demasiado rápido. Por esa misma razón, y al menos hasta que los especialistas determinen que está recuperada completamente, el cetáceo permanecerá bajo vigilancia del equipo responsable de esta operación. Allí le prestarán los cuidados básicos para que se fortalezca.

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Cuando los veterinarios determinen que ya se encuentra en un estado óptimo de salud, la beluga será conducida hasta alta mar donde se espera que recobre la ruta de los mares más fríos que son su hábitat ideal. De esta manera, la ballena podrá volver a su rutina habitual después de desorientarse y acabar en el río Sena, donde ha estado estancada desde hace ya varias jornadas. La rápida respuesta del pueblo francés, unida a la inversión tanto pública como privada en el rescate, han ayudado a que los equipos de rescate hayan podido salvar a este ejemplar de una muerte más que segura. A partir de ahora, las pruebas determinarán su estado de salud y los próximos pasos a seguir de cara a una recuperación absoluta que le permita volver a su hábitat natural.