Los comerciantes lamentan la precipitación del plan energético: "Había mucho miedo y no sabíamos muy bien qué hacer"

Madrid

Este miércoles han entrado en vigor las medidas de ahorro energético que contemplan el apagado de escaparates y la limitación de la temperatura de los aires acondicionados a 27 grados en edificios públicos, grandes almacenes y comercios, aunque la normativa contempla ciertas excepciones en función del tipo de negocio, algo que el presidente de la Confederación Española de Comerciantes, Rafa Torres, cree que no se ha explicado con suficiente claridad por parte del Gobierno y, de ahí, el revuelo causado: "Nosotros como organización podemos tener acceso a esa normativa pero el comerciante a pie de calle no. Había mucho miedo, mucha inseguridad y sensación de que no sabíamos muy bien qué hacer. La noticia en la calle eran 27 grados y multas de hasta 60.000 euros y eso asusta", explica en Hoy por Hoy.

Desde la Confederación creen que ese plan debía haberse dialogado con ellos: "Probablemente para llegar a la misma conclusión, pero de forma dialogada. Es urgente pero quizá no había que hacerlo la primera semana de agosto", sentencia y recuerda que países como Francia todavía no han presentado su plan a Bruselas. Lamenta que la precipitación y lo mal que se ha comunicado la medida hayan provocado tanta inseguridad en el sector: "Se ve como algo impuesto que a veces no lo están entendiendo. Lo de los 27 grados no se está entendiendo. Los restaurantes creen que tienen que estar a 27 grados. Las prisas nos han llevado a creer este tipo de cosas".

El plan energético contempla la "flexibilidad y el sentido común" que reclamaba el comercio porque, como recuerda Torres, hay algunos "comercios que por su tipología requieren de temperaturas distintas" pero les habría gustado que el Gobierno les hubiese dado la oportunidad de "poner sobre la mesa este tipo de especificidades". Aún así recuerda que "el comercio siempre ha aplicado toda la normativa" y se va a acatar también en esta ocasión.