Qué es el 'efecto submarino' al volante y por qué es tan peligroso tanto para el conductor como para el resto de pasajeros

Una buena posición corporal a la hora de subirse al vehículo es clave. A pesar de que suelas tomar el mayor número de comodidades posible en los viajes de largo alcance por mera comodidad, es importante que te sientes correctamente a la hora de viajar para evitar lesiones de carácter grave en caso de que sufras cualquier tipo de accidente en carretera. Por esa misma razón, ni pongas las piernas sobre el salpicadero, ni lleves el cinturón de seguridad de tal manera que te moleste lo más mínimo. Todo ello para evitar el siempre temible 'efecto submarino' sobre el que alerta la Dirección General de Tráfico (DGT) cada verano.

Un efecto que puede llegar a producir lesiones en espalda y pelvis, rotura de fémur e incluso hemorragias internas graves tras un accidente de tráfico. ¿Cómo se produce? El efecto submarino tiene lugar cuando un turismo tiene un accidente y el conductor o cualquiera de los acompañantes no lleva el cinturón colocado de forma correcta o lleva ropa demasiado ancha que no le permite a este dispositivo de seguridad fijar correctamente a la persona que lo lleva puesto. También cuando lleva el respaldo demasiado inclinado, cuando coloca alguna prenda o almohada bajo el asiento o, como te hemos explicado con anterioridad, pone las piernas en el salpicadero, tal y como afirma la Dirección General de Tráfico a través de su página web.

Por qué se produce el 'efecto submarino' y cómo prevenirlo

En caso de que el cuerpo del conductor, o cualquiera de los pasajeros del vehículo, no esté bien sujeto, la fuerza del impacto exterior provocará que el cuerpo se mueva sin control del asiento. Así, el cuerpo comenzará a presionar el asiento hacia abajo y deslizarse por debajo de la banda abdominal. Esto aumenta el riesgo de chocar tanto contra el volante, en el caso del conductor del vehículo, como contra el salpicadero o la parte baja del habitáculo.

Para prevenir el temido efecto submarino, hay que asegurarse de que el cinturón está bien abrochado, con la tensión adecuada y la banda abdominal en su sitio. En caso de que lleves el cinturón de seguridad de la forma correspondiente, el impacto se suaviza y se evita. También el posible impacto con terceros elementos del vehículo como el volante o el salpicadero. De esta manera, la DGT demuestra una vez más de la importancia de sentarse debidamente en el vehículo.

Otros efectos: cuidado con el 'efecto elefante'

Nunca dejes objetos sueltos en el vehículo para evitar un posible "efecto elefante". A la hora de emprender la marcha es importante cerciorarse de que los objetos que se encuentran en el interior del vehículo están debidamente colocados para evitar que estos salgan disparados en caso de accidente. Y es que, tal y como demuestra la DGT a través de una infografía, el impacto de cada uno de ellos puede acaba siendo una trampa mortal. Desde una consola, un teléfono móvil o una tableta hasta un simple biberón. En caso de accidente, el efecto de la inercia provoca que cualquier objeto que viaje suelto en un automóvil continúe su marcha hacia delante. Esto provoca que el objeto multiplique, por efecto de la velocidad, la fuerza con la que golpearía a cualquier ocupante hasta por cuarenta veces su peso a tan solo 50 kilómetros por hora.

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Si un pasajero viaja sin cinturón en el asiento trasero durante un accidente, este puede acabar colisionando contra los asientos delanteros. Pero no lo hará con la fuerza de su peso, sino con la fuerza de su peso multiplicada por la velocidad a la que circulen. De esta manera, una persona de 40 kilos de peso podrá ejercer un impacto de 4.800 kilos en caso de colisión a 120 kilómetros por hora. Un peso que se puede asemejar al de un elefante.