Leiva sobresale en el día de la despedida de Izal

Aranda de Duero

El viernes de Sonorama tenía una gran cita, el concierto de Izal. La banda afincada en Madrid y liderada por Mikel Izal se despedía del que fue su festival por excelencia. Muchos recordarán el concierto de la Plaza del Trigo donde explotó ‘Qué Bien’ y empezó la imparable carrera del cuarteto que posteriormente sacó otros cuatro discos desde aquel día. De por medio, concierto tras concierto en el escenario principal (y una sorpresa en el Trigo) les ha hecho ser la banda de Aranda de Duero.

Sin embargo, el día que era la despedida de Izal, grupo que temporalmente dice adiós a los escenarios cuando termine la gira de este verano, apareció Leiva para dar la primera sorpresa de esta edición y llevarse gran parte del protagonismo del día. El ex de Pereza demostró su poderío sobre las tablas secundarias de Sonorama. Su presencia no estaba en el escenario hasta que empezó a correrse la voz de que estaba haciendo la prueba de sonido. No era novedad escuchar a gente en las calles de Aranda de Duero, que el artista iba a ser el supuesto ‘Regalo 25 aniversario’.

Belako se come la nostalgia del Sonorama

La pantalla no daba lugar a dudas. Una cuenta atrás y el título de su último disco ‘Cuando Te Muerdes El Labio’ las despejaban. Leiva salió en un abarrotado recinto para hacer una conjugación de sus éxitos en solitario y de cuando eran Pereza con Rubén Pozo. ‘Terriblemente Cruel’ fue el inicio y pasó por varias fases, todas ellas coreadas a pleno pulmón. El recorrido llegó hasta las serializadas ‘Stranger Things’ y ‘Breaking Bad’, para finalmente desembocar en una meta nostálgica con ‘Estrella Polar’, ‘Como Lo Tienes Tú’ y ‘Lady Madrid’. Con el público totalmente entregado, Leiva se llevó por delante todas las expectativas del resto de artistas.

Detrás llegó Izal. Como vimos en el FIB y en el Low, la banda pasó de puntillas por su último trabajo ‘Hogar’. No faltó la íntima ‘Pequeña Gran Revolución’, con homenaje al hijo recién nacido de Alberto, guitarrista del grupo. ‘La Increíble Historia del Hombre Que Podía Volar Pero No Sabía Cómo’ terminó de levantar a todos los sonoritos que aguantaron el rush final con ‘El Baile’, ‘Pausa’, ‘Qué Bien’ y ‘La Mujer de Verde’, que recordó a todos los sanitarios que salvaron vidas durante los momentos más duros del COVID. También sonó ‘Despedida’ a modo adiós a Sonoroma, pero todo el concierto fue más un “hasta luego” que un final.

La Habitación Roja gana la quiniela del Trigo

Por delante de Izal, banda apadrinada del Sonorama, también lo hizo otra que podría decirse que su bautizo se dio en este mismo festival: Shinova. Gabriel y sus compañeros repasaron su ‘Carta de Navegación’ y el recién ‘La Buena Suerte’, pero sus temas ‘Volver’, ‘Qué Casualidad’ y ‘Mirlo Blanco’ se llevaron la palma. Por los escenarios contiguos pasaron Mikel Erentxun, Danceteria (mezcla de Miss Caffeina y Varry Brava) y Nil Moliner. Para cerrar la noche ElyElla tiraron del pop más bailable, el cual terminó con ‘Todo Lo Que Importa’ de Viva Suecia.

Si en el recinto fue Leiva la sorpresa, en el pueblo lo fue La Habitación Roja, sin embargo, muchos de los presentes (que llevaban horas aguantando el sol gracias a los manguerazos de vecinos, ayuntamiento y pistoleros) quedaron exhaustos con Ginebras. Un broche para la Plaza del Trigo que conjugó ‘La Típica Canción’ e ‘Indestructibles’, los finales de ambas bandas que triunfaron por separado. La segunda jornada de Sonorama terminó con el triunfo de Leiva y el sabor de que las despedidas no son para siempre.