"Sin mí, Walter White no lo habría conseguido": así ha sido el capítulo final de 'Better Call Saul' que cierra el universo 'Breaking Bad'

Madrid

ATENCIÓN: En este artículo encontrarás spoilers del último capítulo de Better Call Saul. Si todavía no lo has visto, y tienes la intención de hacerlo, te recomendamos que vuelvas una vez lo hayas visto. 😀

La historia de Better Call Saul llega a su fin. Después de seis apasionantes temporadas en las que hemos asistido a la transformación de Jimmy McGill en el carismático Saul Goodman, la serie derivada de la mítica Breaking Bad ha emitido este martes su último capítulo para poner punto y final a todo un universo que arrancaba en enero de 2008 con la historia de Walter White. Un episodio que arranca con la detención de Gene Takovic apenas unos minutos después de que Marion alertara a la policía de que Saul Goodman estaba en la ciudad.

A pesar de que el otrora abogado se escondía en el interior de un contenedor con el objetivo de ahuyentar a la policía, lugar en el que valoró pedir una Hoover Max Extract 60 Pressure Pro que le permitiera conseguir una nueva identidad para huir nuevamente de la justicia, estos no tardaban mucho en dar con él y enviarle a la comisaría. Allí se ponía en contacto con el también abogado Bill Oakley, a quien le pedía que le representara en el juicio que marcaría el capítulo final. A pesar de que el abogado se negaba en un principio a defenderle, pues sabía que la victoria se antojaba demasiado complicada por todas las causas abiertas contra Saul Goodman, este le acababa convenciendo de que saldría de esta como ha hecho otras tantas veces.

"Yo soy una víctima": Saul Goodman se enfrenta a la ley

Una vez allí, Saul Goodman y Bill Oakley se sientan a negociar con el bufete de abogados contratado por Marie Schrader, quien clama justicia por el asesinato de su marido Hank a manos de Jack Welker en un evento que se produjo en la línea temporal de Breaking Bad. Después de comprobar todas las causas abiertas contra el abogado, unas 27 según algunos de los allí presentes, se valoran penas como 160 años o incluso la cadena perpetua. Sin embargo, acaban pidiéndole 30 años. Mientras debaten sobre la pena que debería pagar por todas las veces que ha quebrantado la ley, Saul Goodman comienza a relatar la historia de cómo Walter White le arrastró al mundo criminal: "Yo soy una víctima".

A continuación, el abogado más famoso de Albuquerque comenzó a relatar la historia de un hombre que fue secuestrado por dos encapuchados que le obligaron a arrodillarse frente a una tumba que tenía su nombre y apellidos: "Así conocí a Walter White". Después de explicar cómo conoció a uno de los mayores criminales de la historia de la ciudad, este confesaba que trabajó para él y que ganó mucho dinero. Sin embargo, Saul Goodman reconocía que no le quedaba otra opción si quería seguir con vida: "Walter White me mataría donde estuviera. El 9 octubre de 2009 mató a 10 personas que estaban en la cárcel en dos minutos. Entre ellos a un amigo mío, el abogado Daniel Wachsberger".

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La última charla entre Walter White y Saul Goodman

Por esa misma razón, Saul Goodman reconoce que en ningún momento quiso escapar de la policía, sino de Walter White y sus secuaces: "Puede que Walter White esté muerto, pero Jesse Pinkman y el resto no". Tras esta confesión, ambas partes decidían reducir la condena de Saul Goodman hasta los siete años y medio y que el preso fuera enviado al área D de la cárcel FCI Butner Low. Con el objetivo de que la defensa atendiera a sus razones, entre las que se encontraba recibir un helado cada viernes, el abogado se sacaba su último as bajo la manga: la confesión del asesinato de Howard Hamlin. Sin embargo, las autoridades le explicaban que Kim Wexler ya había confesado el crimen el mes pasado.

Tras esta confesión volvemos al pasado, donde vemos a Walter White y Saul Goodman manteniendo una charla acerca de las máquinas del tiempo que acaba derivando en ambos charlando sobre sus arrepentimientos. De la misma manera que hizo al comienzo del capítulo con Mike, a quien le preguntaba durante su travesía por el desierto a dónde viajaría si tuviera una máquina del tiempo, Saul Goodman se interesaba por la situación de Heisenberg y sus arrepentimientos. En este momento, White le confesaba que lamentaba haber dejado la empresa que abrió junto a Gretchen y Elliott Schwartz, algo que habría evitado el trágico final que protagonizó en Breaking Bad.

Saul Goodman consigue rebajar su condena a siete años y medio

Volvemos al presente y vemos a Saul Goodman y Bill Oakley volando a Nuevo México para enfrentarse al juicio de sus vidas. Mientras tanto, Kim Wexler (ahora conocida como Glen) continúa en su nuevo puesto de trabajo junto a su grupo de amigas. Varios minutos antes del cierre, la otrora abogada decide salir de la oficina en la que trabaja para acudir a otra en la que ofrecen servicios legales de carácter gratuito. Todo ello con el objetivo de trabajar allí de forma voluntaria. Una vez allí recibe una llamada de la también abogada Suzanne Ericsen, quien le informa acerca de la detención de Saul Goodman y de que está dando un testimonio que le afecta.

Un nuevo salto del tiempo nos traslada hasta el momento del juicio, donde tiene lugar el esperado reencuentro entre Saul Goodman y Kim Wexler. A pesar de que el abogado confió en Bill Oakley para la defensa, este acababa decidiendo representarse a sí mismo y tener a Oakley como consejero. Tras leer el caso, la jueza al frente de la causa abierta contra Saul Goodman no da crédito ante el hecho de que tan solo hayan pedido siete años y medio de cárcel por él. En ese preciso instante, Goodman pide la palabra para explicar las razones de esta condena tan favorable para él. Sin embargo, cambia por completo la confesión realizada frente al bufete de abogados.

"Sin mí, Walter White no lo habría conseguido"

Después de contarle la historia de cómo conoció a Walter White, Saul aseguraba frente a la jueza que Heisenberg consiguió construir su imperio de la droga gracias a él: "No, no estaba ahí cuando se cocinaba ni cuando se distribuía, pero sabía todo lo que pasaba. Saqué a Walter White de la cárcel, hice millones a su costa y sin mí, hubiera muerto. Sin mí, los agentes Hank Schrader y Steve Gómez estarían vivos y Walter White no lo habría conseguido". A continuación confesó el asesinato de Howard Hamlin, que había mentido acerca de Kim Wexler y que hizo daño a su hermano Chuck en cuanto tuvo oportunidad de hacerlo quitándole lo que más quería. Algo que le llevó al suicidio, algo que jamás se perdonará: "Viviré con ello siempre".

Volvemos atrás en el tiempo y vemos al por aquel entonces Jimmy McGill charlando con su hermano Chuck. Después de traerle la compra, el prestigioso abogado le recuerda que no hace falta y que podría contratar a alguien para que lo hiciera. Sin embargo, Jimmy decide hacerlo porque es su hermano y porque está seguro de que Chuck haría lo mismo por él. Esto os lleva a ambos a charlar acerca de los casos en los que está involucrado Jimmy y cómo la defensa de estas personas es tan importante como las de cualquier otro caso. Un momento de redención para este personaje que finalmente muestra cierta complicidad con su hermano Jimmy.

El juicio llega a su fin y Saul Goodman acaba en prisión. Gracias a su labor durante todos estos años salvando a todo tipo de presos, Jimmy McGill se gana el cariño de todos rápidamente. Una vez allí, el otrora abogado recibe la visita de Kim Wexler, quien no entiende cómo su exmarido decidió tirar una condena tan satisfactoria de siete años para acabar llevándose una de 86. Sin embargo, este asegura que la condena acabará reduciéndose por buen comportamiento, si bien es cierto que se pasará el resto de su vida allí. De esta manera, los caminos de Kim y Jimmy se separan para siempre. Mientras que Wexler vuelve a trabajar como abogada, McGill acaba entre rejas poniendo punto y final al universo Breaking Bad.