Estos son los 12 avisos que alertan de la próxima crisis, según Santiago Niño Becerra

"Hasta otoño no empezaremos a ver que la inflación empieza a descender". "Estamos ante el último verano". Esas fueron las predicciones económicas que el Santiago Niño Becerra dejó en La Ventana de los Números el pasado 15 de junio. Este miércoles, el economista se ha vuelto a pasar por el programa para dar 12 avisos que marcarán la economía mundial durante los próximos meses.

"Que los políticos hayan empezado a hablar muy claro es el indicador más significativo", destaca. El economista asegura que cuando políticos como Macron anuncian eso de "se acabó la abundancia" no solo se refieren a valores materiales como puede ser la cesta de la compra, sino que "servicios como la sanidad pública siga siendo de la misma calidad no está garantizado".

La actividad manufacturera, menor que en los meses de pandemia

Otro de los avisos a los que hace referencia Niño Becerra es a la actividad manufacturera, que está en su nivel más bajo desde mayo de 2020. El economista apunta a que "vamos a una situación donde la actividad va a ser igual o menor que cuando el mundo salió del confinamiento". Cae la actividad manufacturera y cae también el empleo en agosto. Un empleo que "en España está basado en un sector servicios de bajo valor. Como señala Niño Becerra, al ser la renta disponible más baja, debido a la inflación, la situación del empleo en nuestro país no será buena".

La distribución y precio de los alimentos también es otro de los factores a vigilar. El Banco de España ha asegurado que la evolución de los precios de los alimentos está sujeta a una incertidumbre elevada, un aviso que a Niño Becerra "le sorprendió muchísimo", ya que el servicio de estudios de Banco de España es "uno de los mejores de todo Europa y "que pueda haber problemas en la distribución y en el precio de los alimentos significa que lo que viene va a ser muy complicado".

Asimismo, la producción mundial se está trasformado para blindar la seguridad de suministro. Esto significa que "las cadenas logísticas de suministros (como maíz o piezas de coches) no se han recuperado tras la pandemia".

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La inflación en alza y sin contar energía y alimentos

También hay que poner un ojo a los Bancos Centrales que están subiendo los tipos. Una estrategia que se utiliza habitualmente para reducir la inflación, que según el economista, "va a tener un impacto tremendo sobre las empresas que van a tener una financiación mucho más cara". Existe cierta alarma bancaria por el boom de los precios y las tres máximas entidades bancarias de España (Santander, BBVA y CaixaBank) han restringido el crédito promotor en más de 2.000 millones de euros en el primer semestre de este año: "Las entidades bancarias se están cubriendo las espaldas y, como consecuencia, existe desconfianza en ciertos sectores. Lo que también aumenta es la morosidad, que ha registrado el mayor repunte trimestral en 12 años".

Niño Becerra nos advierte también de la inflación: "La brecha entre sueldos e inflación alcanzó su mayor diferencia el pasado julio y la inflación subyacente se mantiene muy elevada, en el 6,4%". Es decir, que la inflación subyacente aumente significa que "se está desligando de temas coyunturales como la energía o los alimentos sin procesar". Y no solo afecta a nuestros bolsillos, sino que también lo hace a los bolsillos de los negocios y empresas, pues el ciudadano invierte y gasta menos en ello.

Santiago Niño Becerra también destaca que China está empezando a tener problemas de financiación y liquidez. Cosa que puede afectar al comercio internacional del país asiático, uno de los más importantes del mundo.

Una concatenación de crisis desde hace 15 años

El economista ha terminado señalando que la crisis de la última década y media se deben a una concatenación de eventos económicos. "En el 2007 empieza una crisis que se manifiesta en 2008 de forma financiera. En 2012 se manifestó en forma de crisis de deuda. En el 2014 comienza la manifestación de las inyecciones de dinero gratis; la crisis se produce porque se agota esa vía. En 2020 llegó la inesperada manifestación del virus. Ahora está llegando una manifestación de la inflación y una ruptura de las carreras logísticas; esto es lo que hay que recomponer".

Niño Becerra, no obstante, señala que la guerra entre Rusia y Ucrania está teniendo un impacto "muy limitado" en la economía global. "Sobre la inflación de Argentina, el impacto de la guerra es muy limitado. Sin embargo, en Europa es mucho mayor", apunta el economista.