En junio de 2018, el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, pidió a las Cortes Generales que impulsaran, dentro de los plazos que marcaba la ley, el proceso de renovación de los veinte vocales de este organismo que cumplían su mandato a finales de año. De hecho, Lesmes se despidió en su discurso de apertura del año judicial en septiembre: «En este acto de apertura, que coincide con el año de finalización del actual mandato del Consejo General del Poder Judicial y, por tanto, de mi propio mandato como presidente, quiero también agradecer públicamente el compromiso y la lealtad institucional mostrada por los vocales del Consejo». Pero no se cumplió lo que estaba previsto y en 2019 tuvo que volver a despedirse: «Señor, he tenido el honor y la fortuna durante estos años de desempeñar la más alta magistratura del poder judicial de nuestro país, con mis errores y aciertos, y ahora, en esta fase final espero dejar esta responsabilidad con la satisfacción de haber cumplido con mi deber en el servicio a mis conciudadanos». En 2020, Lesmes reprendió a los políticos por bloquear la renovación del CGPJ ante la «seria anomalía» que suponía llevar casi dos años en funciones y finalizaba su intervención en la apertura del año judicial con la esperanza de que «definitivamente» aquel fuese su último discurso como presidente. Pero no lo fue porque en 2021 el año judicial arrancaba sin haberse renovado ni el Tribunal Supremo, ni el Constitucional, ni el CGPJ. Lesmes calificó la situación de «insostenible» y fue tajante al afirmar: «Urge, por tanto, y por el bien de todos, que nuestra institución desaparezca del escenario de la lucha partidista y que las fuerzas políticas concernidos con patriotismo constitucional y generosidad, alcancen en las próximas semanas el acuerdo necesario para la renovación».