Desde que esta tarde se ha conocido el fallecimiento de Isabel II, no han parado de sucederse las reacciones de los mandatarios de todos los lugares del mundo. El rey Carlos III, hasta ahora príncipe, ha emitido un comunicado: «La muerte de mi amada madre, Su Majestad La Reina, es un momento de gran tristeza para mí y para todos los miembros de la familia». «Mi familia y yo nos sentiremos apoyados por el respeto y el profundo cariño que se ha tenido para la Reina», acaba el comunicado. También ha hablado la primera ministra, Liz Truss, que protagonizó el último acto de la reina: «Estamos todos devastados tras la muerte de la Reina Isabel II». Truss ha destacado que «en los momentos buenos y en los malos, Isabel II dio estabilidad y fuerza». Una comparecencia que ha terminado con un «Dios salve al Rey», en lugar del tradicional «Dios salve a la Reina». En Gibraltar, su ministro principal, Fabián Picardo, ha resaltado su papel, reinando «con sabiduría y con una dedicación incomparable». El exprimer ministro, Boris Johnson, ha dicho que este es el «día más triste» del Reino Unido. «Hoy lloramos el fallecimiento de una destacada soberana», ha expresado el líder laborista. El Parlamento Británico lo ha calificado como una «terrible pérdida» por ser «una presencia constante» en la vida de la mayoría de británicos. El presidente de Irlanda ha lamentado la muerte de «una amiga de Irlanda» y la ha calificado como una persona «única, comprometida y respetada». La exprimera ministra Theresa May ha destacado que era «respetada y admirada no solo por la gente del Reino Unido», sino también por la «familia de Naciones». En España, Felipe VI ha enviado un telegrama al príncipe Carlos con sus «más sentidas condolencias». El jefe del Estado dice sentirse «profundamente apenado por la triste noticia» del fallecimiento de Isabel II, que «ha presenciado, escrito y dado forma a muchos de los capítulos más relevantes de la historia de nuestro mundo durante las últimas siete décadas». «Su sentido del deber, compromiso y toda una vida dedicada al servicio del pueblo del Reino Unido e Irlanda del Norte fue un ejemplo para todos nosotros y permanecerá como un legado sólido y valioso para las generaciones futuras», destaca. El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha destacado «la figura de relevancia mundial» de Isabel II. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha expresado las «más sentidas condolencias a la Familia Real Británica y a todo el pueblo británico» y el presidente de Partido Popular Alberto Núñez Feijóo la ha despedido «con gran tristeza» a través de un mensaje en inglés en sus redes sociales. «Una vez llamada Isabel de Steadfast, nunca falló en mostrarnos la importancia de los valores duraderos en un mundo moderno con su servicio y compromiso», ha publicado en la red social Twitter el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. El alto representante de la UE para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad, Josep Borrell, ha subrayado que la UE «rinde homenaje» a la «contribución única» de la soberana británica «a la construcción de la paz y la reconciliación». Y el Parlamento Europeo alaba «el ejemplo para todos» de la soberana. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha expresado su más profunda tristeza por el fallecimiento de una figura «ampliamente admirada por su gentileza, dignidad y dedicación» en todo el mundo. El francés Emmanuel Macron ha ensalzado «su buen corazón» y la «huella duradera» que ha dejado en el Reino Unido. «La recuerdo como una amiga de Francia», ha dicho Macron. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, que conocía a Isabel II desde pequeño, ha dicho que era «una de sus personas favoritas en el mundo y la echaré de menos». En Estados Unidos, la Casa Blanca ha subrayado que bajo su reinado la relación entre ambos países ha sido más fuerte «que nunca» y que Estados Unidos y el Reino Unido «siempre han tenido una relación especial». El expresidente estadounidense Donald Trump ha señalado que «Isabel II nunca cometió errores» y que era «una gran mujer». Quien también se ha pronunciado ha sido el expresidente Obama que ha publicado un comunicado con su mujer Michelle Obama, en el que dicen estar «asombrados por su legado de servicio público digno e incansable». El canciller alemán Olaf Scholz ha recordado el papel de Isabel II en la reconciliación tras la II Guerra Mundial. Una reina «de inspiración para millones de personas», señala Scholz. También el presidente alemán ha señalado que la monarca «ha marcado y escrito la historia». El presidente de Italia, Sergio Mattarella, destaca «su sabia autoridad y altísimo sentido de la responsabilidad» en un comunicado en el que también reconoce que se trata de «una figura excepcionalmente importante» que «entra en la historia». El rey Carlos Gustavo de Suecia ha expresado su dolor y tristeza y ha destacado su «presencia constante en la sociedad británica y a nivel internacional». Para los reyes de Países Bajos, Isabel II era una persona «firme y sabia» y la recuerdan «con profundo respeto y gran cariño». Varios gobiernos de América Latina han lamentado el fallecimiento de la monarca. El brasileño Bolsonaro ha decretado tres días de luto, el ecuatoriano Guillermo Lasso ha recordado la «larga vida y dedicación» de Isabel II que «pasan a la historia» y el jefe de Estado de El Salvador, Nayib Bukele, ha señalado que el «legado» de la monarca «siempre será una piedra de toque para los valores de empatía, solidaridad y servicio». El Papa Francisco ha destacado el «servicio incansable» por el Reino Unido y la Commonwealth y su «ejemplo de devoción al deber, a su testimonio inquebrantable de fe en Jesucristo y a su firme esperanza en sus promesas». El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha dicho sentirse «triste por la noticia» y ha enviado sus «más profundas condolencias a la Familia Real británica y a la población del Reino Unido». El ruso Vladimir Putin ha reconocido la «autoridad» de Isabel II en el escenario internacional y ha señalado que «durante décadas disfrutó legítimamente del amor y el respeto de sus súbditos». Los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda, países miembros de la Commonwealth, has lamentado el fallecimiento de la monarca. El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, ha subrayado que muchos no han conocido «un mundo sin la reina Isabel II» y ha ensalzado su reinado. La neozelandesa Jacinda Arden ha calificado a Isabel II como una monarca «extraordinaria» y «muy admirada y respetada». El primer ministro portugués, António Costa, ha señalado que este reinado «ha marcado la historia británica desde la Segunda Guerra Mundial».