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Gastro

"Las palabras sueñan ser migas": la mágica relación entre el pan y la poesía

El festival 'Pan y Poesía' reúne del 23 al 25 de septiembre en Gijón a expertos panaderos y personalidades del mundo literario

Una hogaza de pan en las Antiguas Cocinas de la Laboral de Gijón / Foto cedida

Madrid

La palabra "compañero" deriva del latín y significa "los que comparten el pan". Así, entre amigos, en compañía, nació Pan y Poesía: "Nos juntábamos amigos escritores y siempre invitábamos a alguien que llevaba una hogaza y nos enseñaba a hacer pan", explica Alicia Andrés, una de las organizadoras del encuentro. Para ella, ambos elementos son "básicos" del ser humano: “Los dos nutren nuestra mente y nuestro cuerpo". Con este evento, Andrés y su equipo pretendían "dar la vuelta" al tópico latino de Panem et circenses ('Pan y circo'): "Queremos dar el pan, el sustento, pero también el placer y la cultura de calidad, no solo el entretenimiento".

Una cultura, la del pan, que, en el caso de España, lo atraviesa todo. Ibán Yarza, autor de Pan de Pueblo y uno de los nueve participantes en el encuentro, considera que la importancia de este alimento va mucho más allá de su valor nutritivo y su sabor: "No solo está crujiente y rico, también tiene profundas implicaciones históricas y culturales, exactamente igual que la poesía o las palabras". De hecho, la península ibérica, un país de tradición cristiana, condensa en el pan el símbolo máximo de su creador: "es el cuerpo de Cristo", destaca Yarza.

Pan y poesía... Poesía y pan... Un maridaje no sólo necesario, sino natural e inevitable. También lo cree así Olga Novo: “El pan y la poesía son lo mismo. Cuando miramos el mundo y miramos la vida desde la mirada poética, vemos cómo el pan es una masa que levita y la poesía es eso precisamente, un pensamiento que levita”. Novo es premio Nacional de Poesía y participará en la velada realizando un recital. En "Eclipse de corazón", la escritora rememora su niñez en una casa de labriegos donde se fabricaba el pan de manera artesanal: "No sabía que la poesía tiene hoyos como el pan / esas burbujas de dióxido de carbono / que contienen los secretos del universo / y calman el hambre / y ven más allá de lo invisible".

Como sugiere Novo en su poema, cuando hablamos de pan pensamos irremediablemente en la infancia. Elena Fernández, otra de las participantes y fundadora de la empresa de repostería “circular” Panduru, cuenta a la SER que, cuando habla con sus clientes sobre su trabajo, ellos siempre rememoran a sus madres y sus abuelas en la cocina. "Nosotras hacemos repostería con el pan de ayer: ya solo eso es poético en sí mismo. Además, el acto de recuperación de las recetas tiene mucho de emocional y evoca a nuestros mayores", comenta Fernández. Ellos, los mayores, no parecen congeniar con todos los tipos de pan: "Cuando hablas con una persona de edad avanza siente recelo hacia el pan integral, pues les recuerda al pan negro, un pan que se daba durante la posguerra, de pésima calidad".

Reutilizar la masa que queda para generar platos nuevos también tiene mucho que ver con el acto de creación literaria. “En la creación lo que estamos haciendo es refundiendo emociones, memorias, pequeños fragmentos o restos vitales que llegan mezclados muchas veces y que surgen en el momento de la elaboración poética. Damos una nueva dimensión, en este caso escrita, a una parte de nuestra vida oculta: es la vida soñada, la vida recordada”, apunta Olga. Como escribe el poeta Carlos Marzal, "Las palabras también sueñan ser migas".

Preparaciones para el festival 'Pan y Poesía' en las antiguas cocinas de la Laboral de Gijón.

Preparaciones para el festival 'Pan y Poesía' en las antiguas cocinas de la Laboral de Gijón. / Foto cedida

Sin embargo, pese a la gran huella del pan en nuestra memoria colectiva, la lengua española carece de palabras para nombrar sus atributos: "Para describirlo necesitamos palabras precisas, palabras como las que utilizaría un poeta o cualquiera que escriba un relato", indica Yarza. Por ejemplo, la palabra "crujido" cuenta con numerosos términos en función de la cultura. No obstante, en español el abanico es "bastante pobre": "Decimos que el pan 'está crujiente' y poco más. En francés tienen tres palabras distintas para describir varios tipos de crujidos". Justamente para intentar subsanar esta ausencia de matices, en Pan y Poesía Yarza impartirá un taller 'pansensorial' donde ofrecerá recursos para identificar los pequeños detalles que escapan habitualmente a los paladares más inexpertos.

Las antiguas cocinas de la Laboral de Gijón han sido el lugar escogido para llevar a cabo esta reunión gastro-literaria. Arrancará el viernes 23 a las 18h con la lectura de un texto lorquiano dramatizado y un reparto de poemas y panes entre los asistentes. Entre muchas actividades, el sábado también podrá disfrutarse de un concierto del artista El Naán, donde sonará "Panaderas de pan duro", inspirada en los ritmos tradicionales de las canciones de trabajo de la Castilla y León más rural. Piezas como esta eran inventadas por nuestros antepasados para amenizar las largas y tediosas jornadas laborales y engañar al hambre. ​

A medida que nuestra sociedad se ha vuelto más rica, las hogazas han desaparecido de nuestras mesas. Según diversas asociaciones, en las últimas dos décadas, el consumo de pan ha descendido un 50%, ya no es nuestro pan de cada día. No obstante, no deja de ser un ingrediente fundamental, como también lo son la poesía o la palabra. Y la necesidad de compartirlas. Sin ellos: hambre, soledad, silencio.

Helena Rodríguez, miembro de la asociación de mujeres poetas Genialogías y colaboradora en el festival, comparte esta reflexión. Para ilustrarla, Helena cita unos versos de César Vallejo: "Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé... / Son las caídas hondas de los Cristos del alma, / de alguna fe adorable que el Destino blasfema. / Esos golpes sangrientos son las crepitaciones / de algún pan que en la puerta del horno se nos quema." En opinión de Rodríguez, la pérdida del pan es, en definitiva, igual a una "catástrofe": "Es la pérdida de lo esencial, la pérdida del soporte, la pérdida de todo apoyo”.

¿Qué diría Marx de la comida basura?

Adriana Calvo Solís

Graduada en Filología Hispánica por la Universidad...