El Museo del Prado publica el listado de obras incautadas por los franquistas en la Guerra Civil

Siguiendo el ejemplo de museos europeos y americanos, que tratan de resarcir el robo de obras durante el nazismo y las dictaduras, el Museo del Prado ha dado un paso al respecto y ha recopilado el listado completo de obras depositadas en sus colecciones incautadas por los franquistas en la Guerra Civil. Son obras que vienen, tal y como detalla la institución, de la Comisaría General de Defensa del Patrimonio Artístico y que fueron probablemente incautadas por la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico durante la contienda.

Hay 25 obras documentadas. En el caso de 22 de ellas, su origen ya se había encontrado y así se explicaba en la web del museo. Sin embargo, hay tres casos en los que su origen no estaba publicado, debido a que el mal estado de las pinturas ha hecho que carezcieran de ficha en el portal de acceso a colecciones. De estas obras, 17 pinturas fueron entregadas al Museo del Prado por la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional entre los años 1940 y 1942, mientras que cinco de ellas llegaron al Museo de Arte moderno, procedentes de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional en 1942. También figuran un frutero y un reloj procedentes de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional.

Esta cifra inicial podría ser mayor al hilo de los últimos estudios del experto en patrimonio y Guerra Civil, el catedrático y profesor emérito Arturo Colorado Castellary, que dirigió el congreso internacional «Museo, guerra y posguerra» celebrado en el Museo Nacional del Prado en 2019. Es por este motivo, por el que el Museo Nacional del Prado ha decidido abrir una investigación para ver qué obras de sus colecciones son incautaciones realizadas en el periodo de la Guerra Civil o durante el franquismo. El objetivo, dice el museo, es aclarar cualquier duda que pudiera existir sobre los antecedentes y el contexto previos a que se produjera su entrada en las colecciones del Prado. Las conclusiones de este estudio se publicarán a comienzos de 2023, pero el listado actual completo con la información es accesible ya en la web del Museo.

Un antes y un después en la política de memoria artística

Va más allá la institución en un comunicado, insistiendo en que llegado el caso y cumpliendo todos los requisitos legales, se pueda proceder a devolver esas obras a sus legítimos dueños, una decisión que marcaría un antes y un después en la política de memoria artística de los museos españoles. Entre las obras incautadas hay varias anónimas, como San Agustín meditando sobre el Misterio de la Trinidad o un retrato de Alonso Cano. Pero también se encuentra Retrato de caballero, de Federico de Madrazo; Encadenada, de Eugenio Lucas Velázquez; Cabeza de mujer con mantilla blanca, de Joaquín Sorolla, o Paso de un río, de Joost de Momper. A ellas se suman Cristo varón de dolores, de Adriaen Isenbrandt; La Virgen con santos y ángeles y La Virgen con santos, de Pedro Atanasio Bocanegra; Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, de Giuseppe Bonito, y La Huida a Egipto, de Manuel de Castro.

Este anuncio llega unas semanas después de que se haya producido la primera restitutción de arte robado por el franquismo. Hace tan solo unas semanas, el Museo de Bellas Artes de Bilbao expusiera dos cuadros, 'Retrato de María Cristina de Borbón' y 'Retrato de joven caballero', que fueron incautados por el franquismo a la familia Sota y que se han recuperado desde que fueron localizados en un Parador en 2018. Estos cuadros forman parte de la colección de arte de Ramón de la Sota y Llano que le fue incautada de su residencia del palacio de Ibaigane durante la Guerra Civil española.

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Memoria y posverdad. Una fractura también cultural

Las obras fueron trasladados a Burgos y posteriormente a Madrid, donde algunas pasaron a decorar los despachos de varios ministros del régimen. Las gestiones realizadas por la familia en los años 40 y 50 dieron como resultado la devolución de algunos de esos cuadros. En concreto, por auto judicial de 10 de marzo de 1969 se ordenó a la Administración del Estado la devolución de 170 obras de arte incautadas de la colección, pero no se restituyó la totalidad del conjunto, desconociéndose la ubicación de algunos cuadros como los dos ahora recuperados.