El impago del alquiler, la gran preocupación de los propietarios españoles: "Ya no me fío de nadie"

Contamos los casos de Rafa, Luis y María. El primero alquilaba un estudio por 800 euros y en el segundo mes el inquilino dejó de pagar. Lo peor es que el moroso alquiló por su cuenta la vivienda a una tercera persona. Luis nos cuenta que, mientras ellos reducían al mínimo el consumo de calefacción, tenían que costear la luz, el agua y la calefacción a un inquilino que les dejó a deber unos 15.000 euros. Para desalojarlo recurrió a una empresa de desocupación. María, de 79 años, una trabajadora autónoma jubilada, tiene dificultades para cobrar la renta de un pequeño local con la que complementa su pensión.

El imago del alquiler, al alza

Es la cara B del alquiler, esa que casi nunca se muestra, la odisea de algunos propietarios para recuperar su vivienda cuando el inquilino no cumple con su parte del contrato, cuando deja de pagar. Es difícil conocer cuántos casos de impago de alquiler se dan anualmente en nuestro país. El dato más fiable es del Consejo General del Poder Judicial pero se refiere a las sentencias por impago. Por lo tanto, no es un dato real ya que no todos los propietarios recurren a la justicia. Muchos acaban perdonando la deuda al inquilino con la condición de que este desocupe la vivienda. En cualquier caso, según el CGPJ, en el segundo trimestre del 2021, es decir en tres meses, se dictaron cerca de 4.900 sentencias y, aunque varía según la comunidad autónoma, el 87 por ciento fueron a favor del propietario.

Los testimonios que hemos recogido son de pequeños propietarios que tienen una vivienda o local en alquiler. Esa situación es la más habitual en nuestro país. Según los datos oficiales, los fondos de inversión y las entidades bancarias controlan menos del 5% de las viviendas en alquiler mientras que en los países de nuestro entorno ese porcentaje se sitúa en el 30-35%. La razón es que en España los ahorradores invierten en ladrillo porque consideran que es un bien tangible y más rentable que otros.

Vamos a empezar por el caso de Rafa que tiene un estudio en Madrid y lo alquiló por 800 euros a un chico que dejó de pagar al segundo mes. Mosqueado por la actitud de su inquilino, se le ocurrió entrar en un conocido portal inmobiliario y, con asombro, descubrió que el moroso no solo había dejado de pagarle sino que además había puesto su propiedad en alquiler. El portero de la finca le confirmó que en su estudio estaba viviendo, por decirlo de alguna forma, un falso inquilino que supuestamente pagaba una renta al moroso. Un auténtico lío que tardó en resolver año y medio tras recurrir a la vía judicial.

Luis nos cuenta la experiencia de Sara, su mujer, que tiene un apartamento en Zaragoza y que decidió alquilar cuando se traslado a Tarragona para vivir con él. Su inquilino nunca llegó a pagar la fianza ni a poner los contratos de suministros a su nombre por lo que, además de tener gratis el alojamiento, disfrutaba de luz, agua y calefacción a todo gas mientras la propietaria, con un sueldo de mileurista, seguía haciendo frente a la hipoteca y reducía la calefacción al mínimo. Después de casi tres años de impagos decidieron cortar por lo sano. Recurrieron a una empresa que cobra 3.000 euros y convence a los morosos para que se vayan. El inquilino abandonó el apartamento en 15 días dejando una deuda de casi 15.000 euros y el piso en condiciones lamentables.

Hablamos también con María de 79 años. Ella y su marido, los dos autónomos, decidieron comprar un local para tener una renta que les permitiera completar el dinero de su pensión. Hace años que no tiene asegurado lo de llegar mejor a final de mes. El arrendador del local dejó de pagar en pandemia, pero... reabierto y en marcha el negocio.. ahora paga tarde, mal o nunca. María reclama educadamente todos los meses la renta y tiene miedo de tomar otras decisiones, convencida de que la ley no la ampara a ella. El sentimiento de desprotección se repite en todos los testimonios recogidos. La de estos propietarios es una realidad que no está medida, no sabemos cuánto pasa porque falta un estudio a fondo sobre la estructura del alquiler en España y sobre los casos de morosidad.

"Recuperar la propiedad está garantizado"

Emilio Rojas es abogado experto en arrendamiento y se ha pasado este jueves por La Ventana para aclararnos los procedimientos legales que hay que tomar en un caso como estos. Rojas confirma que se han encontrado con un "incremento considerable de impagos". Eso sí, el letrado hace distinción entre "los jetas que no quieren pagar y las personas desfavorecidas". Rojas expone que en tiempos difíciles como estos "hay que arrimar el hombro".

En un caso tipo, un propietario puede tardar entre cuatro y seis meses de media en recuperar su posesión. Según el abogado, la persona tiene garantizado recobrar la tenencia del inmueble. Sin embargo, asegura que el reembolso de dinero perdido es un "tema muy distinto". Rojas recuerda que el impago de la vivienda y la ocupación ilegal son temas muy distintos: una ocupación, una usurpación o un allanamiento puede resolverse, si es necesario, por el código penal.

El letrado admite que, debido a la poca oferta de vivienda, algunos arrendatarios abusan en pedir requisitos que "llegan al punto de la discriminación". Aún así, recuerda que no todos los dueños de viviendas son grandes tenedores, sino que también existen muchos pequeños propietarios "que hay que proteger".