El principio del final de Cristiano Ronaldo

Cristiano Ronaldo, debates estériles aparte sobre quién es el mejor de la historia, es uno de los futbolistas más grandes que ha pisado el verde. No solo es el futbolista que más goles ha metido en su carrera internacional (117 en 191 partidos con Portugal), sino que ha roto registros individuales (cinco Balones de Oro, solo Leo Messi tiene más) y colectivos (quíntuple ganador de la Champions League) allí donde ha jugado. Pese a que su voracidad competitiva le ha llevado hasta el Olimpo, hay una competición que no va a poder ganar. Por primera vez en su trayectoria, el tiempo está ganando al portugués.

Este 'sorpasso', tan duro como inevitable, se evidenció en la victoria de España ante Portugal en la Nations League. Los suyos se jugaban el pase a la Final Four de la Nations League, pero el portugués no apareció como se le esperaba. Desesperado y sin confianza, los tres fallos ante Unai Simón y la zaga española han puesto a Cristiano Ronaldo en el ojo de la tormenta. La crítica, con tan poca memoria como el fútbol y la autoexigencia que tuvo el portugués en toda su carrera, se cebó con él, destacando una de Antonio Cassano. "Un tipo como Cristiano debe quererse. Si ya no puedes más, hay saber cerrar la etapa. Es una regla de todos los deportes", comentó en el podcast del famoso cantante italiano Fedez.

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Cristiano Ronaldo, ante lo inevitable

Siempre se habló de que su privilegiado físico le iba a conceder el don de la juventud eterna, jurándole una carrera más duradera que la de los simples mortales. Aunque no le ha ido del todo mal (cumplirá 38 años en febrero y sigue en la élite), el final promete ser tremendamente descafeinado, lejos de esa sentencia apoteósica que solo un loco de la competición podría soñar. Tras un verano marcado por los rumores de una salida del Manchester United que afectaron a su estatus, Erik Ten Hag no cuenta con él entre sus titulares, relegándole a una segunda fila que, a buen seguro, le escuece más a Cristiano Ronaldo que el retiro.

Con 378 minutos oficiales jugados y un solo gol (poco más de la mitad del total) que evidencian la pesadilla que vive en Old Trafford, su único oasis era su selección. Portugal, su patria, siempre le había respondido. O, al menos, lo hizo hasta hoy, ya que en la previa del partido ante España, el diario 'A Bola' sacó una portada tan dura como sincera: "Menos Ronaldo, más Portugal". Cuatro palabras y la muestra de un país que, si bien no olvida, quiere mirar a un futuro brillante de una generación que tiene a Rafael Leao, Bernardo Silva y Bruno Fernandes.

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"Fala me, fala me", reclamaba Cristiano Ronaldo a su compañero tras errar una ocasión ante España. Su ceño fruncido por fallar ya lo conocíamos, pero esa mirada triste y desesperada era nueva. Hasta el propio capitán luso sabía que su compañero no tenía culpa, que solo era suya. Hace cuatro años, ante el mismo rival, firmó una actuación histórica con un hat-trick para rescatar un punto en el inicio del Mundial 2018. Estuvo lento, algo inédito en su carrera y que preludia el final de un personaje con una mentalidad ganadora única. Cuenta la leyenda que Ícaro, por su ambición, voló tan cerca del sol que perdió las alas; y Ronaldo puede acabar siendo el Ícaro de nuestro tiempo. Pese a ello, con su mentalidad, siempre quedará la puerta abierta para una remontada. Quizás sea la más difícil de su carrera (que no es poco), pero no de ser el principio del final de uno de los más grandes de la historia del fútbol.