"Hacer un concierto era como enfrentarme a los demonios": Mai Meneses (Nena Daconte) habla acerca de su trastorno bipolar

Mai Meneses, conocida artísticamente como Nena Daconte, reconoce que todavía le cuesta asumir que el trastorno bipolar que le diagnosticaron hace ya varios años es algo con lo que va a tener que convivir durante el resto de sus días. A pesar de que puede hacer vida normal gracias a la medicación, reconoce que todavía no da crédito al hecho de tener que medicarse a diario para evitar posibles alteraciones en su estado emocional: "Es como una diabetes mental. Mi cerebro se ha desconfigurado y le tengo que dar una medicina para que esté bien".

Todo ello durante la sexta entrega de Profunda Mente, el espacio de la Cadena SER en el que hablamos acerca de los problemas de salud mental que afectan a la sociedad junto a personalidades que han convivido con los mismos. En su caso, la artista de éxitos como Tenía tanto que darte explica que, cada vez que se toma la medicación, su vida vuelve a una normalidad en la que a veces se llega incluso a aburrir porque se pierde todas esas vivencias extra sensoriales que le otorga el trastorno bipolar: "Cuando te tomas la medicación, es un poco algo por lo que la gente no nos la queremos tomar vuelves como a una rutina tan anodina, tan aburrida en el fondo porque te faltan todas las vivencias extra sensoriales". Sin embargo, es consciente de que no tomarse la medicación le llevaría a volver a pasar por fuertes depresiones o incluso de venirse "arriba".

Todo comenzó en 2007, con el éxito de Nena Daconte

Tal y como explica el psiquiatra Jesús Gándara en declaraciones a la Cadena SER, esta situación libera una cantidad ingente de adrenalina en el cerebro que desarrolla una percepción muy intensa en quien la padece. Un proceso, conocido como las Puertas de la percepción, que nos lleva a percibir todo de una forma mucho más rápida e intensa: "Se produce una desorganización bioquímica y las sustancias que son estimulantes se disparan y las sedantes se disminuyen". Bajo el punto de vista de Mai Meneses, no tomarse la medicación supone vivir en el mundo de El Show de Truman porque piensa que todo gira a su alrededor.

Pero Mai Meneses asegura que no siempre fue así. Todo comenzó en 2007, cuando estaba en la cúspide del panorama musical nacional con el grupo Nena Daconte: "En el 2007 estábamos en un momento que teníamos muchísimo trabajo con Nena Daconte porque estaba viniendo todo el éxito. Yo creo que en ese momento me influyó el estrés y el cansancio. Estaba muy cansada y eso me hizo como deprimirme un poco". La cantante recuerda que, por aquel entonces, bebía todos los días hasta desmayarse porque era la única manera de aliviar la herida: "Me ponía a beber primero cerveza, luego me abría una botella de vino y cuando me daba cuenta vino me lo había bebido todo. Me desmayaba, a las 5 de la mañana me despertaba y al día siguiente un poco lo mismo".

"Hablaba de espíritus y demonios"

Pero no solo era eso. Dado que su autoestima era cada vez peor, y que cada vez estaba muy insegura sobre los escenarios, la cantante reconocía que comenzó a fumar muchos porros por el tema de la creatividad. Sin embargo, lo que ella pensaba que le iba a sentar bien le acabó pasando factura: "Hacía todo para destruirme". Una serie de excesos que acabaron detonando en el trastorno bipolar que le diagnosticarían años más tarde, tal y como explica Gándara: "Hay una teoría, conocida como kindling, que hipotetiza que si tienes muchos estímulos estresantes repetidos y, además, los acentúas con sustancias, se va desarrollando en el cerebro una hipersensibilidad al disparo que provoca una liberación enorme de adrenalina y aparece el primer episodio. A partir de este primero pueden producirse los siguientes de forma autónoma".

La artista reconoce que por aquel entonces no sabía lo que le estaba pasando: "Estuve tres años así, con este vaivén emocional y mental sin tener control de nada". Todo ello hasta el punto de que sus padres le recomendaron acudir al psiquiatra porque no la veían bien: "Yo hablaba de espíritus y demonios, se apagaban y encendían las luces de mi casa...". A partir de entonces, la cantante iniciaba un proceso que mantiene hasta el día de hoy. En todo este tiempo ha tenido tres grandes, aunque reconoce que en ninguna de ellas llegó a ingresar: "En una de ellas, en la que tenía mucha ansiedad, me fui hasta el Tibidabo andando y me pasé cinco horas caminando por allí con tacones y todo hasta que lo bajé". Durante toda esta época, Meneses reconocía que tenía la autoestima por los suelos. Después de leer el libro La voz de tu alma, que te explica que tú eres el dueño de la cosas que te dices, la cantante comenzó a escribirse frases motivadoras para grabarlas posteriormente y repetírselas una y otra vez mientras salía a hacer deporte.

La artista asegura que vivía como en un videojuego

¿Y qué recuerda de toda aquella época? A pesar de que Javi Martín ha recordado toda esta travesía con bastante claridad, Mai Meneses ha reconocido que no tiene ningún recuerdo de aquella época: "Es como si se me hubiese borrado". La artista tan solo recuerda que vivía en una especie de videojuego en el que tenía que aprender todo el rato: "Todo eran pistas para conseguir tener éxito otra vez en la música. Yo escuchaba la radio y pensaba que tenía que estar atenta porque me van a decir algo de este single o de la música que tengo que hacer... todo eran mensajes".

Sin embargo, la terapia le ha ayudado a salir adelante: "Yo tenía la autoestima como muy baja y además tenía mucho miedo a la gente. Para mí hacer un concierto era como enfrentarme a mis demonios. Yo me lo tomaba como un reto en vez de pensar en disfrutar del concierto o de darlo todo. Ahora en cambio salgo al escenario y lo único que quiero es que la gente se lo pase bien". Ahora está en un nuevo capítulo de su vida en el que reconoce sentirse mucho menos sola y más acompañada por la gente que le rodea.