Presupuestos de 2023: entre la estabilidad y la "deslealtad"
La coalición saca adelante los terceros Presupuestos de la legislatura tras una negociación que deja nuevas cicatrices: Unidas Podemos está muy incómodo con el aumento del gasto militar y llama la movilización por la ley de vivienda. La política fiscal está claramente impregnada por los planteamientos de UP, que activa la Ley de Familias, que no estaba en el pacto de gobierno
Madrid
Cuando Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sellaron las primeras cuentas de la coalición, las de 2021, el comentario generalizado en el Congreso es que a partir de ahí todo serían prórrogas, que ya había sacado bastante teniendo en cuenta la aritmética parlamentaria. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes los terceros Presupuestos consecutivos de la legislatura, los últimos ya, y confían en que lograrán que estén en vigor en enero de 2023, por mucho que haya que "sudar" el acuerdo en el Congreso, tal y como ha vaticinado Gabriel Rufián.
"Frente a esos agoreros y catastrofistas que desean el miedo y la intranquilidad de la ciudadanía", la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha subrayado la aportación del Ejecutivo a la estabilidad a España. Eso sí, la negociación dentro de la coalición deja nuevas cicatrices: el portavoz de Unidas Podemos acusando al PSOE de deslealtad por "ocultarles" el "aumento unilateral" del gasto en defensa y la líder del Podemos y ministra, Ione Belarra, llamando a la movilización contra el PSOE para que se mueva en la Ley de Vivienda.
Según Pablo Echenique, es una "vergüenza" el aumento "unilateral" del gasto militar, aunque, en ese mismo mensaje, aclara el portavoz que no romperá el Gobierno ante la amenaza de la derecha. Sería, escribe, una "irresponsabilidad". Expresa Echenique su malestar después de Yolanda Díaz haya intentado salvar la contradicción que les supone apoyar este punto de los Presupuestos con el argumento de que el salto del gasto militar no está en el techo de gasto, aunque sí que está incluido en las cuentas.
Sumando todas las partidas y el salto que se da en el programa de modernización, el alza del gasto militar llega al 25,6%, que es lo que ha hecho saltar a Echenique ante el estupor de la Moncloa (que dice que el equipo negociador lo sabía) y del equipo negociador de Unidas Podemos que, en conversación con los periodistas, no secunda las palabras de Echenique porque eso equivale a deshacer el argumentario que llevan meses defendiendo. "Decid que nos oponemos", ha comentado Irene Montero a los periodistas a la carrera mientras salía del Congreso. "A ver si ahora los negociadores van a ser tontos", comentaban en el sector socialista.
Realmente, el gasto en Defensa no ha formado parte de la negociación. Fue un compromiso del presidente en la cumbre de la OTAN y quedó claro que, más allá del pataleo, había poco margen. Pero Unidas Podemos puso la carne en el asador en otras cuestiones en las que el saldo es desigual. Indudablemente, el paquete fiscal que acompaña a los Presupuestos lleva su sello, a pesar de que el PSOE haya hecho suyos planteamientos que rechazaba hace unos meses, pero salen de la recta final de las conversaciones de los Presupuestos con el mal sabor de boca de no haber movido al PSOE en la Ley de Vivienda.
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Los socialistas no han dejado que los morados sean el puente que permita a los socios parlamentarios, sobre todo a ERC, subirse a ese acuerdo, que ya sellaron dentro de la coalición en la anterior negociación presupuestaria, y que no tiene mayoría para su aprobación en el Congreso. Tras el Consejo de Ministros, la líder de Unidas Podemos ha lanzado un vídeo llamando a la movilización y a "empujar" para que sus socios se muevan.
Finalmente, Unidas Podemos ha priorizado la Ley de Familias, que tiene impacto económico y, por tanto, requiere el paraguas de los Presupuestos y además no estaba en el pacto de Gobierno. Las cuentas consignan la ampliación de la ayuda de 100 euros por crianza, que hasta ahora solo era para mujeres trabajadoras, pero hay otros contenidos de la ley que se definirán en el texto que irá en octubre al Consejo de Ministros y que, según fuentes socialistas, saldrá muy rebajado respecto a las pretensiones iniciales de Belarra. La ministra de Hacienda ha ignorado este tema en la rueda de prensa de presentación de los Presupuestos, con el argumento de no meterse en el terreno de sus socios.
Para explicar el contenido de los Presupuestos de 2023, en la sala de prensa de la Moncloa han comparecido junto a la portavoz, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y la ministra negociadora, María Jesús Montero. La escenificación del acuerdo político la hizo Yolanda Díaz a primera hora con el presidente del Gobierno, los dos a solas, en una foto de sofá posterior a un forcejeo por los tiempos del acuerdo de la noche anterior.
Tenían previsto anunciar la fumata blanca en la tarde del lunes, pero pararon las máquinas. Se acusaron mutuamente del bloqueo y Yolanda Díaz llegó a decir en Hora 25 que había diferencias "profundas" que, un par de horas después, estaban resueltas porque la convocatoria del Consejo de ministros, con el orden del día, fue enviada a partir de las 12.15 de la noche. A primera hora de la mañana, la titular de Hacienda publicó en las redes sociales el libro impreso de los Presupuestos, ilustrando que todo estaba listo para dar luz verde a las cuentas. "Cada uno puede alargar la negociación hasta el momento que quiera", comentaban en la Moncloa. La de verdad, la que permitirá la aprobación definitiva en las Cortes, comienza ahora.
El Consejo de Ministros aprueba los Presupuestos para 2023