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El FMI vuelve a rebajar sus previsiones y augura que un tercio de los países de todo el mundo entrará en recesión

La directora de la organización financiera asegura que la situación "no es fácil y no evitará dolor a corto plazo"

Kristalina Georgieva, directora del FMI / CLEMENS BILAN / POOL

Madrid

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisará a la baja sus previsiones de crecimiento para la economía mundial, que serán publicadas la próxima semana, como consecuencia de las múltiples sacudidas que afectan a la actividad, según ha adelantado la directora gerente de la institución, Kristalina Georgieva.

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La economista búlgara ha señalado que, a pesar de que el FMI ya ha rebajado hasta en tres ocasiones sus proyecciones de crecimiento, a solo el 3,2% para 2022 y el 2,9% para 2023, la semana que viene tiene previsto volver a recortar el crecimiento para el próximo año.

Asimismo, las nuevas proyecciones del Fondo señalarán el aumento de los riesgos de recesión. "Estimamos que los países que representan alrededor de un tercio de la economía mundial experimentarán al menos dos trimestres consecutivos de contracción este o el próximo año", ha apuntado, añadiendo que, incluso cuando el crecimiento sea positivo, la caída de ingresos reales y al aumento de los precios provocará la sensación de estar en recesión.

4 billones de dólares de pérdida de producción global hasta 2026

De esta manera, las estimaciones del FMI elevan a unos 4 billones de dólares (4 billones de euros) la pérdida de producción global hasta 2026, una cifra equivalente al tamaño de la economía alemana, lo que supone "un revés masivo para la economía mundial".

"Y es más probable que empeore a que mejore", ha advertido Georgieva, para quien la incertidumbre sigue siendo extremadamente alta en el contexto de la guerra y la pandemia sin descartar que pueda haber aún más sacudidas económicas, mientras aumentan los riesgos para la estabilidad financiera.

En este sentido, ha señalado que una corrección rápida y desordenada del valor de los activos podría verse amplificada por vulnerabilidades preexistentes, incluida la elevada deuda soberana y la preocupación por la liquidez en segmentos clave del mercado financiero.

"Estamos experimentando un cambio fundamental en la economía global: de un mundo de relativa previsibilidad, con cooperación económica internacional, bajas tasas de interés y baja inflación, a un mundo más frágil con mayor incertidumbre, mayor volatilidad económica, confrontaciones geopolíticas y desastres climáticos más frecuentes y devastadores, un mundo en el que cualquier país puede perder su rumbo más fácilmente y con mayor frecuencia", ha resumido.

La directora del FMI reconoce que la situación "no es fácil"

De este modo, para la directora del FMI resulta urgente estabilizar la economía ante el empeoramiento de perspectivas, para lo que señala en primer lugar la necesidad de domar la elevada inflación, aunque ha advertido de que endurecer la política monetaria demasiado y demasiado rápido, y hacerlo de manera sincronizada en todos los países, podría empujar a muchas economías a una recesión prolongada.

"La inflación se ha mantenido obstinadamente alta y generalizada, lo que significa que los bancos centrales tienen que seguir respondiendo", ha defendido Georgieva, señalando que, en el entorno actual, "lo correcto" es actuar con decisión incluso cuando la economía inevitablemente se desacelera. "Esto no es fácil, y no evitará dolor a corto plazo. Pero la clave es evitar un dolor mucho mayor y más duradero para todos", ha añadido.

En cualquier caso, la directora del FMI ha defendido que estas actuaciones urgentes son esenciales, pero insuficientes para revitalizar la economía mundial y generar resiliencia, por lo que harán falta reformas transformadoras.

El FMI rebajará sus previsiones y alerta de que un tercio de la economía mundial entrará en recesión A este respecto, ha indicado que los países pueden utilizar marcos fiscales a medio plazo para hacer más sostenibles sus finanzas y crear más espacio presupuestario para invertir en personas y economías más productivas, incluyendo salud, educación y redes de seguridad más sólidas.