Las chuletas para copiar en los exámenes es una práctica que siempre ha existido tanto en colegios, como institutos y también en la universidad. Algunos alumnos tiran de estas técnicas para aprobar si no se saben la materia, no han tenido tiempo para prepararse bien el tema o, directamente, ni han estudiado. Los estudiantes intentan usarlas, pero los docentes, en algunos casos, les pillan antes de tiempo, acostumbrados a la picaresca estudiantil. Para no ser descubiertos, y sufrir las consecuencias de sus actos -muchas veces el suspenso directamente- algunos buscan ser los más creativos, como fue el caso de un estudiante de Derecho de la Universidad de Málaga. El alumno en cuestión se examinaba de Derecho Procesal Penal y parece que no se sabía bien la teoría. Para superar con éxito la prueba, se le ocurrió renovar una de las técnicas más antiguas para copiar: usar el bolígrafo BIC. Algunos escriben el temario en notas pequeñas que introducen dentro del bolígrafo y que luego sacan durante el examen. Pero este estudiante fue un paso más allá y creó, como dice su propia profesora, «arte» en forma de chuleta. En la imagen que ha publicado Yolanda de Lucchi, profesora de Derecho Procesal de la Universidad de Málaga, se ven 11 bolígrafos BIC que, en la distancia, podrían parecer desgastados, pero si se acerca se nota que en realidad están tallados. En el propio plástico, con precisión, nitidez y un muy bien pulso, el alumno ha escrito todo el temario. Y, además, para no confundirse con tanto bolígrafo, el alumno ha pensado en todo. En el tapón se detalla de qué temática va cada uno de ellos. Sin embargo, tanto ingenio no le sirvió de mucho, como cuenta De Lucchi: «Haciendo orden en mi despacho he encontrado esta reliquia universitaria que confiscamos a un alumno hace unos años: el Derecho Procesal Penal en bolis BIC». Finalmente le pillaron. Pero eso no quita para que su profesora destaque su original idea: «¡Qué arte!». Posteriormente, otro usuario de Twitter ha contestado a la profesora asegurando que conoce al autor y ha aportado más imágenes de los bolígrafos. Tanto es así, que ha desvelado la técnica utilizada. Cambiaba la mina de grafito de un portaminas por una aguja, facilitándole la escritura en una superficie tan pequeña como es la de un bolígrafo. Además, también ha aprovechado para compartir el instrumento con el que ha realizado todas estas «chuletas».