Juan Carlos Escámez, masajista de Alejandro Valverde: "No hay palabras para describirlo, lo único que se le puede decir es gracias"

Alejandro Valverde disputará mañana, sábado 8 de octubre, a sus 42 años, su última carrera como profesional, en el Giro de Lombardía. El murciano pone fin a una trayectoria plagada de triunfos, entre las que destaca una Vuelta a España, un Mundial, cuatro Lieja-Bastoña-Lieja, cinco Flechas Valonas y un total de 133 victorias. Su masajista y amigo, Juan Carlos Escámez, ha estado en 'El Larguero'.

Escámez se encuentra en "una montaña rusa de emociones", tal y como indica en los micrófonos de la Cadena SER, mientras Alejandro Valverde, a menos de 24 horas para su última carrera, "está centrado".

"No hay palabras para describirlo y lo único que se le puede decir es gracias, por toda esta trayectoria, por todos esos momentos en los que nos ha hecho levantarnos del sofá, gracias por todo ello porque desde que pasó a profesionales, hasta el día de hoy, nos sigue manteniendo con el corazón en un puño en cada carrera", continúa Escámez, masajista del ciclista murciano durante 20 años.

Han compartido pasión, como rivales y amigos

Escámez también practicó ciclismo "desde temprana edad", como rival de Valverde en categoría cadete y juvenil y, como compañero en el equipo 'Kelme', en amateur. "Yo también he competido desde temprana edad, en categoría cadete y juvenil fuimos rivales, y en amateur, en el equipo Kelme, hasta que el murciano "pasó a profesionales". "Más tarde, nos terminamos reencontrando, él como corredor y yo trabajándole las piernas", añade.

El pero momento de Alejandro Valverde llegó en el Tour de Francia de 2017. "Se cayó y se rompió la rótula en la primera etapa y, si no hubiese tenido esa recuperación, podría haber puesto fin a su carrera deportiva", señala Escámez. Por el contrario, el ciclista de Movistar arribó a la cima un año después, al lograr la medalla de oro en el Mundial de 2018 que celebró efusivamente con su masajista y gran amigo.

"Él es sencillo, cercano y bromista", sentencia Escámez.