La SER accede al borrador de acuerdo para que Rafael Mozo sea el nuevo presidente del CGPJ

Vocales conservadores y progresistas sostienen que no se trata de nombrar un nuevo presidente del Poder Judicial, sino de sustituir al dimitido Carlos Lesmes. Por eso, añaden, operan las reglas de suplencia establecidas en 2019 cuando hubo que relevar por jubilación al vicepresidente del Tribunal Supremo, Ángel Juanes. "No hay razón alguna que justifique o que haga comprensible el cambio de criterio" que se quiere establecer ahora nombrando al presidente de sala más antiguo, Francisco Marín, que es vicepresidente del Supremo para que dirija ambas instituciones: Consejo General del Poder Judicial y Tribunal Supremo.

A juicio de la mayoría de vocales resultaría "anómalo" que "por una cascada de suplencias no previstas en la ley, pudiera asumir el cargo alguien que carece de esa legitimidad porque no ha sido nombrado por el pleno del órgano de gobierno de los jueces ni de manera directa, como presidente, ni de manera indirecta, como vicepresidente del Supremo". La vicepresidencia la ocupó de manera automática como presidente de sala más antiguo, cuando se tuvo que jubilar Ángel Juanes. "La competencia para elegir al presidente es del pleno y le debe sustituir uno de sus miembros", reza el texto.

Máxima colaboración

Conscientes de la inédita situación, el pleno subraya que "dadas las circunstancias pedimos la máxima colaboración de los vocales para la buena marcha del Consejo hasta su renovación a través del diálogo y del consenso que debe propiciar el presidente suplente". Rafael Mozo tendrá todos los honores y las atribuciones inherentes al cargo y en sus actos y rúbricas dejará constancia de su condición de suplente.