Mariló Montero: "Como te excedas en consumir dolor, te puede, te mete el diente y acaba con tu vida"
La periodista reflexiona en Hora 25 sobre el periodismo, el futuro y presente de la profesión y también sobre su vida privada
Las entrevistas de Aimar | Mariló Montero
Madrid
Llegar a la primera línea es difícil. No descolgarse, todavía más. Mariló Montero lleva una vida en la televisión y sabe perfectamente lo que cuesta llegar y lo que cuesta mantenerse porque la lista de variables que te pueden hacer caer son infinitas: los cambios en los gustos de las audiencias, los relevos generacionales o los cambios en la forma de elaborar el producto televisivo. ¿En qué consiste su sello? Todavía no lo sabe. Le cuesta saber qué se espera de ella o qué imagen tienen de ella los espectadores.
Mariló Montero
"Yo no soy consciente de qué marca soy o qué se espera de mí", asegura Montero en la entrevista con Aimar Bretos. "La gente valora un discurso potente femenino de mí, hay gente que piensa que no sé lo que digo, pero sé lo que digo", explica. La periodista reflexiona sobre los titulares de las entrevistas que le hacen y que ella ve que le hacen a otros. "Tengo un microchip dentro de la piel que es un antivirus ante todo. Yo pasé ya las críticas lapidarias. Lo pasé muy mal, he ido al psicólogo, al psiquiatra. Si me dicen que va a venir una avalancha, a mí me da igual", dice.
Desde hace un par de días en Twitter no se habla de otra cosa que de Iker Casillas. El exjugador del Real Madrid publicó un tuit en el que decía, textualmente, "Espero que me respeten: soy gay" y horas más tarde lo borró asegurando que le habían hackeado la cuenta. "Es una cagada", dice Montero y añade "la repercusión mediática hace que sea un eco en tu mente y tú no puedas controlar la 'psique' para controlarlo. Se multiplica tanto el problema que te vuelves loco al tratar de superar humanamente un error. Eso debemos saberlo las personas que estamos de cara al público".
Acerca de la situación actual de la televisión, la periodista reflexiona que "los medios privados se están radicalizando más" y agrega que "la privatización de la tele está bien, pero no a secuestrar ideologías". Respecto a las cadenas públicas, dice Montero que "vivimos en un momento en el que se nos ha ido la mano y difícilmente vamos a poder creer en una televisión pública real, que tenga un periodismo ecuánime y equilibrado".
Mariló Montero trabajó en Canal Sur, la televisión pública andaluza. En la entrevista con Aimar Bretos se muestra algo crítica con la fijeza laboral en los medios públicos: "¿De verdad que un periodista es de 8 a 15 y ya está? ¿Ya no puedes ir a buscar información, contrastar, investigar? Tú tienes tu chaletito y ya está..." Y añade: "Lo que revienta una cadena pública son aquellos periodistas que se han acomodado, que trabajan de 8 a 15 y que están esperando los pluses para comprarse una moto nueva".
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La periodista reconoce que algún político ha querido "meter mano" en los programas que ha presentado. "Hay cadenas públicas que han estado dominadas por un partido político y que han querido que el adoctrinamiento, que no es un invento de Pablo Iglesias, esto viene de antes; se lleve de cabo a rabo en un canal y claro que ocurre. Hay quien lo hace y quien no", señala. Sobre el clima de crispación generalizado en nuestro país, Montero dice que "estamos muy agresivos". La presentadora además ha recordado uno de los momentos más duros durante su carrera: "Estaba haciendo el debate en Canal Sur 'Mejor lo hablamos' y empezaba el debate a las 22 y a las 21 me llamaron para decirme que mi hermano se había muerto en un accidente de tráfico. Me metí a plató, vino también un amigo y la directora me preguntó por el pinganillo si estaba bien. A 20 minutos de acabar el programa lo despedimos y no me acuerdo cómo salí de aquel plató, ni cómo llegué a casa".
El padre de Mariló Montero también murió de un accidente de tráfico y su madre murió de ELA cuando ella era pequeña. "Yo creo que he trabajado tanto la muerte que cuando me vienen a contar se ha muerto mi madre, o algo así, lo veo con serenidad igual hasta excesiva. No pierdo la empatía, pero no me meto en plañidera. Trato de que la persona pase su proceso y que lo pase lo más rápido posible. Como te excedas en consumir dolor, te excede, te mete el diente y acaba con tu vida", dice la periodista.
Los titulares de la entrevista
-R: "Yo creo que estar en primera línea puede ser insoportable y pocos, muy pocos, pueden estar toda su carrera en primera línea. Cuando ya te haces figura, pocos han conseguido mantenerse a lo largo de los años. Los que lo consiguen son los más grandes"
-R: "Cuando sales de la primera línea y quieres volver a ella, requiere un doble esfuerzo para retomar tu credibilidad, retomar el ritmo y conseguir que te den el espacio. Hay que tener en cuenta que los medios de comunicación dan el estrellato a muy pocas personas. Yo no soy consciente de qué marca soy o de qué marca se espera de mí o qué marca se recibe de mí. Creo que la gente valora de mí la fuerza femenina en un discurso potente, femenino, con el que algunas mujeres se sienten identificadas. El estilo de decir las cosas claras. Hay gente que dice: "No piensa lo que dice". Yo sé lo que digo"
-R: "Los canales privados se están radicalizando cada vez más en sus líneas editoriales. Las cadenas tienen derecho a mantener su línea editorial, pero no a secuestrar ideologías. Con respecto a las cadenas públicas, yo creo que ya vivimos en un momento en el que se nos ha ido la mano y en España difícilmente vamos a poder creer en una televisión pública real que tenga un periodismo ecuánime, equilibrado y riguroso. ¿No crees que tener un puesto fijo mata al periodismo? ¿No crees que rompe tu nervio periodístico?"
-R: "Lo que revienta una cadena pública, lo que revienta al periodismo, por ejemplo, son aquellos periodistas que se han acomodado y que trabajan de ocho a tres y que solamente están pensando en que le den los pluses para comprarse la manguera del jardín o una moto nueva. Eso a mí me quema y me cabrea. Hay un defecto desde las direcciones. Están contratando a gente para que no tengan tanta autoridad como la tenían antes, porque los periodistas que hemos mencionado en esta entrevista y otros muchísimos más, cientos más, tenían autoridad y se les dejaba ser y desarrollar su propia personalidad. Y esa oportunidad la tienen que tener todos los profesionales que estén ahora mismo haciendo proyectos en televisión".
-R: "Yo tenía un programa en Canal Sur. Era un debate que empezaba a las diez de la noche. Un día me llamaron a las nueve de la noche para decirme que se había muerto mi hermano en un accidente de tráfico. Recibo la llamada, me meto en el cuarto de baño, lloro, me rompo, me destrozo. Me volví a maquillar sola, porque no quería llamar a nadie y me metí al plató. No recuerdo cómo salí de plató, ni el coche, ni cómo llegué a casa. Mi madre murió de ELA cuando era joven, mi padre murió en accidente de tráfico y por eso veo la muerte con serenidad. Quizás, la veo con una serenidad excesiva. El dolor te ayuda a crecer, pero lo justo. Como te excedas en consumir dolor, te puede, te mete el diente y acaba con tu vida y es capaz de meterte en la cama con depresión para los restos".
Marisol Rojas
Trabaja en la Cadena Ser desde 2007. Empezó madrugando...