El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha afirmado hoy que su organismo prevé que la anunciada recesión económica de la zona euro, en su escenario más desfavorable, no sería «muy profunda». El exministro español ha aprovechado su intervención en un evento conjunto con el Consejo General de Economistas para detallar que, según los datos que maneja el BCE, «no es descartable» una recesión técnica en la economía europea que supondría un crecimiento negativo durante los próximos dos trimestres. Para después indicar que el escenario pesimista dibujado en las proyecciones macroeconómicas publicadas por el banco central en septiembre «en principio, no supondría una recesión excesivamente intensa». Sobre la inflación, explicó que la predecible desaceleración económica llegará a lo largo de 2023 y no en los meses restantes del presente año. Las proyecciones del BCE y las del resto de instituciones del ramo van a coincidir en «menor crecimiento, inflación persistente y un entorno más complejo», aseguró De Guindos. Al ser preguntado sobre cuál va a ser la posición del organismo respecto al impuesto a la banca que quiere introducir el gobierno español, se limitó a remarcar que «en los próximos días, como mucho, semanas, se hará pública» la postura, y recordó que es España quién ha solicitado al organismo una opinión sobre la medida y que, en todo caso, la postura que adopte el BCE no es «vinculante». Esta misma semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mostró su conformidad con que los países impongan impuestos «solidarios» a las grandes rentas y corporaciones en momentos excepcionales como los actuales. El vicepresidente del BCE subrayó también cuestiones que animan al optimismo como la recuperación en España de las horas de trabajo perdidas durante los momentos más duros de la pandemia, dato que consideró «positivo».