La paz llega para Giorgia Meloni y Silvio Berlusconi después de los ataques que se han lanzado durante los últimos días

Madrid

Giorgia Meloni, líder de los ultraderechistas Hermanos de Italia, y el ex primer ministro, Silvio Berlusconi, han llegado este lunes a la paz después de que la coalición de derechas que tienen con Salvini se haya visto tambaleada por los ataques que se han lanzado durante los últimos días.

Berlusconi ha acudido a la sede del partido de Meloni, donde ambos han mantenido un encuentro "en un clima de unidad de intenciones y máxima cordialidad y colaboración", según han manifestado fuentes próximas a ambas partes. Ambos buscan dar "lo antes posible a Italia un gobierno fuerte, unido y de alto perfil que se ponga en marcha inmediatamente para afrontar las urgencias".

Tensión

Guido Crosetto, uno de los hombres más próximos a Meloni, ha abogado por la concordia. "Creo que para cualquiera es difícil no encontrarse en la posición de repartir las cartas. Lo es para una persona normal, imagínate para alguien como Berlusconi que ha hecho cosas extraordinarias como líder en todos los sectores", ha expresado a II Corriere della Sera.

La presidenta de Hermanos de Italia se encuentra actualmente preparando la estructura de su futuro Gobierno y a la espera de que el presidente Mattarella le encargue su formación, lo que debería producirse en los próximos días. Sin embargo, Berlusconi ha mostrado su desacuerdo con el reparto de poder y de ministerios que Meloni está organizando.

Por una parte porque la presidencia del Senado y la Cámara de los Diputados ha sido para los partidos de Meloni y Salvini: en el primero se ha escogido a Ignazio La Russa de Hermanos de Italia y, en la segunda, a Lorenzo Fontana de la Liga.

"Le faltaba un punto: que no soy chantajeable"

Así se ha dejado de lado a la formación de Berlusconi, Forza Italia, quien ha mostrado su enfado durante el primer día de legislatura dedicando un "a tomar por el culo" desde su escaño en el Senado.

Y, por otro lado, ha dejado ver a la prensa unos apuntes en los que llamaba testaruda, prepotente, arrogante y ofensiva a Meloni: "Ninguna disposición al cambio. Con ella no se puede estar de acuerdo". A lo que Meloni ha respondido que "le faltaba un punto: que no soy chantajeable". Berlusconi cree que debe ser tratado igual que Salvini, pues ambos han recibido alrededor de un 8 % de los votos.