Internacional | Actualidad

El XX Congreso del Partido Comunista chino culmina con la expulsión del expresidente Hu Jintao

La mayor reunión de los comunistas chinos ha supuesto la renovación completa de su Comité Central, órgano en el que 200 miembros del partido definen el futuro del país

El Partido Comunista de China ha elegido este sábado la nueva composición del Comité Central y de sus más altos órganos de dirección durante la despedida y cierre de su XX Congreso Nacional. / Europa Press

Pekín

El Partido Comunista chino (PCCh) ha dado por concluida la XX edición de un congreso que ha supuesto la renovación de su Comité Central, el máximo órgano dirigente formado por 200 varones, que decide el destino de la potencia asiática. La identidad de los nuevos integrantes aún no ha sido publicada, se espera que mañana, domingo, se presenten a la sociedad en un acto paralelo. Este nuevo Comité directivo elegirá hoy entre sus miembros a los que serán miembros del Politburó, que forman 25 personas, y que es el órgano de decisión más alto del partido y de la política que lleva a cabo el gobierno comunista chino.

En el discurso que marcó el cierre del Congreso, Xi Jinping hizo un llamamiento para que el nuevo Comité Central siga "inquebrantablemente" un camino que permita el desarrollo político del socialismo con las características propias de China y a mantenerse fieles a "la unidad orgánica del liderazgo del partido". A su vez, se mostró favorable a avanzar en desarrollar "integralmente" la democracia consultiva para "fortalecer la garantía del dominio popular del país" y así promover "la democracia popular" y "un frente único patriótico", explicó.

El presidente chino ha expuesto su deseo de "desempeñar mejor el papel del Estado de derecho", construyendo integralmente un país socialista moderno y ha recordado la importancia de implementar en las políticas del Comité Central "el concepto general de seguridad nacional". Respecto a lo cual ha dicho el mandatario chino: "Es necesario mejorar el sistema de seguridad nacional, mejorar la capacidad de mantener la seguridad nacional, mejorar el nivel de gobernanza de la seguridad pública".

El renovado Comité Central se espera que esté encabezado por el presidente chino y secretario general del partido, Xi Jinping. La duda está en conocer los nombres de quiénes acompañarán al mandatario chino durante los próximos cinco años, entre los que puede irse definiendo figuras que en un futuro pudieran colocarse en una situación favorable para suceder a Jinping.

La otra medida clave que se ha decidido tras una semana de reuniones es la aprobación de una enmienda a la Constitución china para sustituir la mención al "Pensamiento de Xin Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era", que actualmente recoge, por un reducido "Pensamiento de Xi Jinping".

Más información

El expresidente Hu Jintao, repudiado

Una de las sorpresas del Congreso ha sido la expulsión del Palacio del Pueblo del expresidente de China, Hu Jintao, de 79 años, en una clara muestra de purga con escarnio público por parte de un incompasivo Xi Jinping. Jintao presidió la República Popular de China del 2003 al 2013, es decir, es el antecesor directo en el cargo del actual presidente. La extraña escena, que duró alrededor de un minuto, supone - a falta de confirmación oficial- la posible anulación política de la facción cercana al expresidente chino y, con ello, una perpetuación más fuerte del actual mandatario como líder del partido único y de China. Xi se dirige así hacia la consolidación de su poder ante un "complejo ambiente a nivel internacional" plagado de "desafíos internos", como han hecho notar miembros de la cúpula del partido, que destaca los éxitos "inusuales y extraordinarios" de un político cuya ascendente carrera en la organización política más grande del mundo sorprendió desde los inicios.

Después de que la prensa internacional accediera al gran salón donde se celebró el evento, dos asistentes fueron los encargados de acercarse al expresidente Jintao para requerirle que abandonara la sala, escoltándolo hasta la salida. El exmandatario se resistió en todo momento, dirigió algunas palabras -que no han trascendido- a un indiferente Xi Jinping y colocó su mano sobre uno de los hombros del primer ministro Li Keqiang, hasta que fue finalmente desalojado.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00