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Alemania y Países Bajos bloquean un acuerdo para limitar el precio del gas en el conjunto de la Unión Europea

El consejo de ministros de Energía de los países de la UE celebrado en Luxemburgo ha finalizado sin acuerdo y la Comisión Europea enfría la posibilidad de crear mecanismos para imponer topes al precio del gas

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una imagen de archivo / Thierry Monasse

Luxemburgo

Persiste una profunda división entre los países de la UE sobre la necesidad de intervenir el mercado del gas, aunque los Veintisiete sí esperan aprobar las medidas menos polémicas, como las compras conjuntas de hidrocarburo, en un consejo extraordinario de Energía convocado el próximo 24 de noviembre.

Es la principal lectura de un consejo de ministros de Energía de los países de la UE celebrado en Luxemburgo donde las posiciones apenas se han movido pese a varias reuniones ordinarias y extraordinarias, ministeriales y de líderes, formales e informales, celebradas desde el mes de septiembre.

Una mayoría de países reclama medidas intervencionistas, como emular en toda la UE un sistema similar al "mecanismo ibérico" que desacople gas y electricidad o un tope de precio a las compras de gas, frente a otro bloque inmovilista liderado por Alemania y Países Bajos alineado con la Comisión Europea que teme desajustar los mercados o poner en peligro el suministro de ese hidrocarburo.

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La Comisión llegó a la cita de Luxemburgo con un documento orientativo con pros y contras sobre una posible extensión al resto de la UE del mecanismo ibérico que disfrutan España y Portugal, donde parecen primar las desventajas. Podría haber fugas de electricidad subsidiada por la UE a terceros países, los Estados miembros con mucho gas en la generación eléctrica -como Alemania, Holanda o Italia- apenas ganarían nada y podría incrementar el consumo de gas, advierte el documento.

"Está claro que algunos Estados miembros y la Comisión no creen que el ' + Char(39) + 'mecanismo ibérico' + Char(39) + ' sea el camino por el que avanzar y ofrece un enfoque alternativo. Pero para evaluarlo adecuadamente, necesitamos más detalles, propuestas legales concretas o un estudio de impacto", dijo en rueda de prensa el ministro checo de Industria, Jozsef Síkela.

"Hay quienes dicen que unos precios de gas muy bajos podrían desincentivar el consumir menos gas. Me encantaría tener que lidiar con esta situación. Creo que la partida no ha acabado", agregó. Al lado del titular checo, siempre directo en sus respuestas y ubicado el grupo de Estados que piden más audacia, como Francia, España o Portugal, comparecía la comisaria europea de Energía, la estonia Kadri Simson, que esquivaba las cuestiones polémicas con respuestas ambiguas y abiertas.

"Hemos demostrado antes que podemos proponer paquetes legislativos en días", decía la política estonia preguntada si la Comisión presentaría una propuesta legal, por ejemplo, para poner un precio máximo a las compras de gas, otra iniciativa que desagrada a Berlín y La Haya.

Fuentes comunitarias precisaron ya sin micrófonos que la idea del Ejecutivo es no hacer ninguna nueva propuesta legal antes del día 24, que esperarán a ver si en esa reunión hay más consenso entre las capitales y, en todo caso, presentar después esos proyectos de legislación que quieren una mayoría de capitales.

Antes de que cierre el año hay programada una cumbre de líderes el 15 y 16 de diciembre y el 19 de ese mes otro consejo de ministros de Energía. "Espero no tener que estropearles las Navidades", dijo a la prensa el ministro checo, que ha convocado ya cuatro consejos extraordinarios de Energía desde que en julio empezó su semestre de presidencia del Consejo de la UE.

"Pocos avances concretos, sí mucha más precisión sobre lo que esperamos de la Comisión", decía por su parte la vicepresidenta española Teresa de Ribera al abandonar el consejo.

Una reunión de noviembre para acordar medidas de consenso

El 24 de noviembre las capitales sí esperan aprobar las medidas legales ya propuestas por la Comisión, las más fáciles de digerir para todos, o al menos parte de ellas.

Por ejemplo, el sistema de compras conjuntas de un 15% de las reservas de gas de los Estados, que debería entrar en vigor tras este invierno, la creación de un índice alternativo al TTF de Ámsterdam que refleje mejor la creciente pujanza del gas natural licuado GNL) en la UE, que se espera para abril, un sistema para frenar la volatilidad intradía en esa referencia o un mecanismo de solidaridad entre países si escasea el gas.

¿Será lo único que se apruebe y no será posible validar algún tipo de tope a los precios del gas que tanta discordia siembra? "Todo es posible. Cuando empezamos a convocar los consejos extraordinarios, como el del ahorro del gas, se dijo que era una misión imposible, y se consiguió", zanjó el ministro checo, que recordó que muchas capitales llevan exigiendo a Bruselas una propuesta legal en ese sentido "desde el 9 de septiembre".

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