"No podía con la vida": así es el proyecto SURVIVE, el ensayo que busca atajar la "epidemia" de conductas suicidas de menores
Los expertos dan la voz de alarma. Desde 2006 se han triplicado los intentos de suicidio entre los jóvenes
Expertos advierten de los suicidios de menores y adolescentes: “Es una epidemia”
Madrid
Es la primera vez que varios hospitales públicos se unen en una estrategia conjunta que analice y observe el suicidio en España, a la vista de un dato dramático. En 2006 intentaron quitarse la vida 628 niños y jóvenes menores de 24 años. En 2020 fueron 2092. Y sirva un ejemplo de lo que pasó en el año de la pandemia. 77 muertes por COVID-19 en 2020 y cuatro veces más de suicidios, 314. Con vocación de atajar esta "epidemia", como la califican algunos expertos, nació en 2019 el proyecto SURVIVE, en el que participan 2.000 personas, entre ellas 300 menores de 18 años. En común, todos han tenido un intento de suicidio, que normalmente llega a las urgencias y todos quieren participar. Es voluntario. El proyecto lo lidera el Hospital del Mar en Barcelona y al frente se encuentra Víctor Pérez, jefe de servicio de psiquiatría, que se encontró con algo que no contaba: " Nosotros pensábamos que reclutar esa corte infanto- juvenil iba a costar muchísimo y hemos tenido la desgracia y la fortuna para el estudio, que ha habido una auténtica epidemia de conducta suicida en infancia y adolescencia en los últimos dos años", explica el doctor. Y este es el drama, que el aislamiento y las restricciones de la pandemia han provocado un repunte de suicidios.
"No podía con la vida. Me quería suicidar"
Es el relato de Andrés. Con 21 años se quiso quitar la vida. "Es una maldita tortura. Es lo peor, que tú seas tu propio enemigo. Llegó un punto en que no vivía. No quería ir a la universidad, no era capaz de hacer nada. Sólo estaba tirado en el sofá esperando que alguien hablara conmigo" nos cuenta. Tomada la decisión planeaba el modo que menos daño hiciera a su familia. Y cuando acudió a consulta, fue su psiquiatra la que detectó que esa semana pensaba quitarse de en medio. "Y gracias a un pacto que hicimos aquí estoy. Y bastante feliz", concluye. A las personas que puedan estar en su situación les pide que pidan ayuda, que lo hablen, que incorporen los problemas de salud mental a las conversaciones con amigos y familiares. "Es importantísimo que sepan que se puede vivir con ello, manifestándolo y controlándolo. Curado al 100% creo que nunca se está. No es una pierna rota. Estamos hablando de la mente y es tremendamente complejo".
Radiografía del suicidio: lo intenta más la mujer y lo consigue el hombre
Es un dato estable a lo largo de los años que tiene una explicación. "Los varones son siempre más actuadores. Y la mujer tiende más a pedir ayuda. Y cuando la pides y la recibes es más probable que el momento de angustia remita y recuperes tu vida", explica María Fé Bravo, jefa de psiquiatría del Hospital La Paz de Madrid, que participa en el proyecto. Desde allí, Beatriz Vega, la investigadora principal del ensayo, alerta sobre el riesgo de las redes sociales, cuando te metes en la vida de los otros, que te gusta, y la tuya no. "La comparación influye mucho, el estar mirando la vida del otro y lo que le digo a los jóvenes es que se acepten, que se aprecien", explica la doctora.
¿Habrá plan estatal para prevenir el suicidio?
En esto trabajan los expertos. Y probablemente cuando el estudio termine, que será en 2024 por los retrasos de la pandemia, se podrán sentar las bases para un futuro plan estatal, como lo hay para las drogas. María Fé Bravo es optimista. "Debe haberlo. Un plan implica no solo la intervención asistencial" y pone el ejemplo de las políticas de tráfico que han acabado reduciendo la siniestralidad vial. "Hay evidencias de sobra para exigir que haya un plan de prevención del suicidio. Ojalá que este proyecto sirva a la causa y con presupuesto, para que no sea un pdf que acabe en un cajón", explica el jefe de psiquiatría del Hospital del Mar.
"El suicidio es una muerte por agotamiento"